El Opel Grandland es un SUV mediano que, con sus casi 4,5 metros de largo y 130 CV de potencia, aspiraba a competir de tú a tú con el Kia Sportage, el Hyundai Tucson, el Citroën C5 Aircross o el Ford Kuga y el Peugeot 3008, pero durante los cuatro primeros meses del año las cosas no salieron bien: durante ese primer cuatrimestre, Opel no logró colocar ni siquiera 450 unidades del modelo en toda España. Este mes de mayo, sin embargo, la tendencia ha cambiado.
Más de 600 unidades en un mes
Y tanto ha sido así que el quinto mes del año ha servido para que Opel venda a través de su red de distribuidores autorizados hasta 605 unidades de un coche a cuya versión más básica se puede acceder este mes de junio por 27.476 euros, un precio ajustado dadas las condiciones actuales del mercado automóvilístico.
Esos 605 coches vendidos permiten al Opel Grandland escalar hasta la 44 posición del Top 100 de vehículos más populares en mayo. El dato puede parecer algo poco reseñable, pero si tenemos en cuenta que el Opel Grandland fue incapaz de entrar en el Top 100 de más vendidos en abril, la cosa cambia.
Sin versiones con tracción total
Las razones de tal escalada deben buscarse, seguramente, en la rebaja de casi 4.000 euros que aplica la marca sobre el precio inicial del vehículo. Su estética es atractiva y el equipamiento, correcto, pero se echan de menos más motorizaciones. Opel, de momento, oferta el Opel Grandland únicamente en versiones diesel y de gasolina, todas de 130 CV y con un consumo mínimo de 6 litros a los 100.
Con todo, el Opel Grandland es un coche correcto, con un gran maletero de 514 litros, mucho espacio interior y cómodo para familias. Tiene, eso sí, poca personalidad y unos acabados interiores que no pasan de correcto. Se le nota demasiado que no deja de ser lo que es: un derivado del 3008 sin demasiada personalidad que ni siquiera tiene versiones con tracción total ¿Por qué se vende más ahora? La respuesta tiene que ver con su precio.