Las ventas de coches eléctricos aumentan en España. Las marcas y las instituciones nos impulsan a comprar coches eléctricos, dado que contaminan menos y es necesario aumentar la cuota para cumplir la hoja de ruta impuesta por la Unión Europea, que obligará a que todos los coches que se vendan sean eléctricos a partir de 2035. Y en este sentido, España está a la cola de Europa. Es el país en el que menos coches eléctricos se venden.
Pero no todo es bonito en lo coches eléctricos. Y no nos referimos al hecho de que son mucho más caros que los convencionales. Estamos hablando de inconvenientes como puede ser la duración de la vida útil de las baterías. Porque los interesados solo nos hablan de las bondades de los coches eléctricos, pero no se refieren a que la batería tiene un ciclo de vida relativamente corto. Y que cambiarla puede suponer una inversión que pocos bolsillos pueden soportar.
La batería es el elemento más caro de un coche eléctrico
La batería de un coche eléctrico es el componente más caro del vehículo. Puede costar una tercera parte del precio total. E incluso a veces puede suponer la mitad del precio del coche. Las cifras rondan mínimos de 5.000 euros. Y en cuanto a su vida útil, esta ronda los 8 años o unos 150.000 kilómetros. Esto vendrían a ser unos 3.000 ciclos de carga. Aunque cabe decir que las baterías son cada vez más eficientes y que algunas se alargan hasta los 12 años o entre 250.000-300.000 kilómetros, sigue siendo un problema para el consumidor. Teniendo en cuenta el sobreprecio que se paga por un coche eléctrico, imagina que a los 8 años tengas que invertir unos 5.000 euros más como mínimo para renovarlo. Esto no lo cuentan los fabricantes y las instituciones.
También es cierto que los fabricantes ofrecen garantía para las baterías. Pero esta suele cubrir periodos en los que saben que la batería seguirá rindiendo al máximo, con lo que cuando empieza a fallar, la garantía suele haberse terminado. Asimismo, aunque la capacidad de la batería haya bajado, es posible que sea suficiente con cambiar algunas celdas, abaratando así el coste de la renovación de la batería. Pero sabes perfectamente que a partir de ese momento la cosa va a ir a peor.

La vida útil de una batería se refiere a lo que dura sin que haya perdido parte de su capacidad. Es decir, que baje desde el 100% hasta el 75%. Y aunque puede seguir funcionando, ya no ofrecerá las mismas prestaciones.
Medidas para alargar la vida útil de las baterías en un coche eléctrico
¿Qué podemos hacer para alargarla vida útil de la batería? Por ejemplo, evitar los puntos de carga rápida. Estos generan más calor que los convencionales, lo que acaba siendo perjudicial para la batería. Lo recomendable es usar puntos de carga convencionales para no someter a las baterías a tanto estrés.
Otra medida que beneficia el estado de la batería es no dejar el coche aparcado en lugares donde la temperatura supere los 40-45ºC. Ello suele deteriorar la batería. Piensa en un teléfono móvil. No debes dejarlo expuesto al sol durante demasiado tiempo. Asimismo, las temperaturas muy bajas tampoco son buenas para las baterías.
Otra recomendación pasa por no dejarlo descargar del todo ni cargarlo al máximo. Es decir, mantenerlas entre el 20 y el 80% de su capacidad.
Los expertos también recomiendan cambiar el líquido refrigerante cada 170.000 km y cada 120.000 km a partir de entonces. Mientras que nuestra forma de conducción también influirá en su duración. Una conducción agresiva reducirá su vida útil.