Si has tenido coche en el pasado es posible que hayas vivido el momento del que te hablaremos a continuación. Y si es el primero coche que tienes o no has tenido ninguno pero lo tendrás en el futuro, debes saber que este momento también te llegará.

Hablamos de ese escenario en el que reparar el coche para que consiga pasar la ITV sale más caro del valor que tiene el coche. Un momento fatídico en el que nos toca despedirnos de nuestro querido coche para darlo de baja y llevarlo al desguace o entregarlo en el concesionario para comprar uno nuevo. Y es que las despedidas no son agradables para nadie. Sobre todo si es ese coche que has usado desde que te sacaste el carnet de conducir y que ya forma parte de ti.

Estos son los pasos que siguen en el desguace desde el momento en el que dejas el coche

Dejando las lágrimas a un lado, a continuación te contaremos lo que ocurre con tu ex coche una vez lo has entregado al desguace de turno. Lo que hacen con él cuando te das la vuelta y lo pierdes de vista para siempre.

ITV coches Europa Press
ITV coches / Europa Press

Los desguaces son conocidos de forma oficial como Centros Autorizados de Tratamiento de vehículos o CAT. Y tanto podemos encontrar coches dados de baja como los embargados.

Un lugar en el que no pasan a destrozar el vehículo sin más para desecharlo. Y es que los desguaces permiten reciclar algunos de los materiales y algunas piezas que todavía son servibles. Concretamente, se puede reciclar hasta un 95% del vehículo con materiales y elementos que, o bien pueden servir para fabricar otros componentes o para que algunos talleres compren piezas de segunda mano que suponga un gasto menor para el negocio y para el usuario final.

Casi todos los componentes del coche se pueden reaprovechar

Entrando en detalles, lo primero que se hace en los desguaces es eliminar los componentes que pueden suponer un riesgo. Estos son, entre otros, el combustible, los aceites o el líquido de freno.

El siguiente paso es revisar si hay piezas en buen estado que puedan reutilizarse. Estos componentes aprovechables se extraen y se organizan para ser vendidos como recambios o chatarra, o para nutrir a las empresas de reciclaje.

A continuación, después de desmantelar el coche, lo sobrante se mete en una prensa móvil que lo empaqueta, antes de pasar a la planta fragmentadora, donde se separan los plásticos y los metales que pueden servir para fabricar nuevos materiales.

El último paso del desguace es desechar los materiales que ya no son útiles o no se pueden reciclar. Y lo hace siguiendo una serie de ordenanzas municipales.

Cabe decir que algunos coches de desguace, una vez desmantelados, pueden usarse para espectáculos como los Monster Track o parecidos en los que se destrozan coches. Aunque no es algo que ocurra con asiduidad en España.