En marcas de mucho peso en el segmento de los eléctricos como es el caso de Tesla saben perfectamente que cada uno de los mercados a nivel mundial tiene sus peculiaridades.

Por mucho que estemos en un momento en el que la globalización está ya más que asentada y que son muchos los productos que se venden alrededor de todo el mundo, también es cierto que cada país tiene sus tendencias, sus estudios de mercado y sus modelos o carrocerías predilectas.

Y es precisamente en el segmento de los eléctricos donde estas diferencias están viendo cada vez más claras. Diferencias que no favorecen precisamente ni a Tesla ni a buena parte de las marcas europeas. Entre otras cosas porque, por mucho que sus cifras de ventas sean cada vez mayores, están muy lejos de las que las marcas chinas que están apostando por la electrificación está logrando en su mercado natal.

 

En este sentido, China lleva varios pasos de ventaja respecto a las marcas europeas y americanas de eléctricos. Una ventaja que puede ser determinante de cara al futuro y que se explica por una razón muy obvia: una apuesta clara y decidida por lanzar al mercado modelos eléctricos mucho más asequibles que los que se venden en Europa y en América.

China está muy por delante del resto de mercados en cuanto a los eléctricos

Uno de los factores que ha llevado a que los coches eléctricos sean una tendencia mucho más al alza en China que en el resto de mercados es que las marcas que venden sus modelos en dicho mercado no han hecho otra cosa que ir reduciendo los precios de los eléctricos en los últimos años.

Y los datos aportados por JATO Dynamics son muy claros al respecto: mientras que en 2011 el precio minorista promedio de un eléctrico era de 41.800 , en 2022 es de tan sólo 22.100 € , lo que implica una bajada de ni más ni menos que un 47 por ciento en poco más de diez años.

Todo lo contrario ocurre en Europa y en Estados Unidos. En el viejo continente han ascendido desde un mínimo de 33.292 € en 2012 a 42.568 € en 2021, un aumento del 28%. En Estados Unidos, la subida ha sido aún más bestia: de 26.200 € en 2011 a 36.200 € en 2021, es decir, un 38%.

 

De esta forma se explica la diferencia de matriculaciones de este tipo de modelos en China respecto a los de los otros dos grandes mercados mundiales. Así, o bien se reducen los precios de los eléctricos en Europa y en Estados Unidos, o bien va a ser muy difícil que estos dos mercados logren las cifras de ventas de este tipo de modelos en un futuro no muy lejano.

Teniendo en cuenta que a partir de 2035 no se podrán en Europa vender modelos que no cuenten con motores 100 × 100 eléctricos, es evidente que todas y cada una de las marcas europeas deben trabajar en este sentido. Algo que, viendo la tendencia al alza, no parece que vaya a ser así.