El Ford Escort, símbolo de los años 70, renace como una pieza única que combina nostalgia y tecnología moderna. En una época dominada por los coches eléctricos, Boreham Motorworks se atreve a rescatar este modelo legendario, llevando la esencia del pasado a un nivel totalmente nuevo. Este regreso no solo homenajea la herencia del Escort, sino que también reinterpreta su espíritu para los apasionados de la conducción. Eso sí: solo existirán 150 unidades.
El Escort Mk1, que debutó en 1968 y conquistó tanto las calles como las pistas de competición, es recordado como uno de los coches más influyentes de su tiempo. Tras su desaparición en 2006, su legado se mantiene vivo gracias a esta versión completamente nueva. A diferencia de otros proyectos, no es un simple restomod: cada unidad se fabrica desde cero, manteniendo la denominación original y respetando los estándares aprobados por Ford.
Resucitan uno de los modelos más míticos de Ford
El diseño del nuevo Ford Escort respeta las líneas clásicas del Mk1 RS, pero introduce mejoras significativas en la estructura y la aerodinámica. La carrocería ha sido recreada digitalmente, añadiendo refuerzos modernos y pasos de rueda más amplios, que le otorgan una postura más agresiva. Diseñado por Wayne Burgess, exlíder creativo de Jaguar, el modelo incorpora un eje trasero en aluminio y titanio, junto con amortiguadores verticales que optimizan la conducción.
En cuanto al motor, Boreham ofrece dos opciones. La primera es una versión mejorada del histórico Twin Cam, que ahora entrega 182 caballos gracias a su aumento de cilindrada y el uso de carburadores Weber. La segunda, más potente, incorpora un motor de cuatro cilindros de 296 caballos, capaz de alcanzar las 10.000 revoluciones por minuto. Ambas variantes conservan una transmisión manual que envía la potencia al eje trasero, prometiendo una experiencia de conducción pura.
Solo 150 unidades que serán para los más adinerados
Para mantener su carácter auténtico, el Escort carece de asistencias modernas como el ABS o la dirección asistida, aunque incluye una suspensión coilover y un diferencial de deslizamiento limitado. En el interior, el diseño clásico predomina, pero es posible añadir un sistema multimedia con conectividad móvil, ofreciendo un toque contemporáneo sin perder la esencia retro.
La exclusividad es otro de los sellos distintivos de este modelo. Solo se producirán 150 unidades, cada una con un precio de 295.000 libras. Este costo, comparable al de los superdeportivos más modernos, convierte al Escort en una pieza de colección destinada a unos pocos privilegiados.