Mal negocio éste al que se han acostumbrado cada vez más marcas y que consiste en ofrecer más por menos y dotar a modelos teóricamente inferiores con características que corresponden a vehículos de mayor tamaño y prestancia hasta, casi, lograr que se confundan. Le ha pasado, por ejemplo, a Seat con el Ibiza y el Arona y le está sucediendo, también, a Ford con el Puma y el Kuga: mientras el todocamino que, se supone, debía ser emblema de la marca, no pasa de las 400 unidades vendidas, el Puma se encarama hasta las casi 600 porque es casi igual y cuesta mucho menos. Veamos cómo es.

Ford Puma
Ford Kuga

 

Un B-SUV que parece otra cosa

Teóricamente, el Ford Puma es un B-SUV, pero sus 4,20 metros extraordinariamente bien aprovechados y su inmenso maletero de 468 litros hacen dudar. Y más aún cuando su hermano mayor, el Ford Kuga, se queda en 4,6 metros y equipa un maletero de 475 litros, únicamente 8 más que el del Ford Puma. El B-SUV de Ford se comercializa, según el portal de ofertas quecochemecompro.com, a partir de 23.058 euros y con motores MHEV de gasolina con 125 CV que consumen únicamente 5 litros cada 100 km.

Decisiones que no se entienden

El Ford Kuga, por su lado, cuesta 31.782 euros y oferta únicamente motores de gasolina con 120 y 150 Cv y motores diésel con 120 y 190. También hay una versión híbrida que incluye motores HEV de 190 CV y PHEV de 225 que, gracias a una oferta especial que recoge este mes el portal quecochemecompro.com, sale 200 euros más barata que la convencional si optas por el motor HEV. Queda, en concreto, en 31.553, pero el maletero es muy pequeño: 411 litros. El resultado de todo ello es simple: más maletero, menos precio y más eficiencia deciden, cada vez, a más conductores a escoger el Ford Puma en lugar del Kuga. En Ford, está claro, hay alguien que se confunde.