Por mucho que en los últimos años tanto el Seat Ibiza como el Seat Arona le han robado mucho protagonismo al Seat León, el compacto sigue siendo una de las principales armas de la marca española tanto en nuestro mercado como en el resto de mercados en los que este modelo está disponible.
No es casualidad entonces que, como ocurre con sus hermanos de gama, el compacto vaya a recibir una pequeña actualización para ponerlo al día. Eso sí, a diferencia de lo que ha ocurrido con las versiones deportivas de este compacto, es decir, con los Cupra León y Cupra León Sportourer, en la marca ya han dejado muy claro que las versiones de Seat no van a recibir un cambio tan profundo en lo que se refiere a su parte visual, a su diseño exterior.
La estrategia del grupo Volkswagen este caso es la de dar prioridad a las versiones deportivas y, con este evidente cambio de diseño que han sufrido recientemente, convertirlas en opciones más atractivas dejando al Seat León como una opción más asequible.
El Seat León se actualizará, sobre todo en el interior
Evidentemente deberemos esperar a que la marca española presente oficialmente estas nuevas versiones de su compacto, pero ya se sabe que uno de los principales cambios que va a llegar de la mano de esta actualización va a ser en su interior, en concreto a la pantalla de info entretenimiento.
Ya se sabe que el tamaño del cuadro de instrumentos crecerá, aunque no mucho, como también se sabe que el cuadro de instrumentos la pantalla táctil de la consola central también será más grande, siendo en el caso de la de serie de 10,4 pulgadas y de 12,9 pulgadas el caso de las versiones mejor de todos y de los niveles de acabado superior. Lo que sí que van a compartir en los dos casos es la nueva barra de control deslizante iluminada.
Es lo que se refiere al apartado mecánico, llegarán también cambios, sobre todo en lo que se refiere al motor 1.0 de 110 caballos de potencia que será sustituido por un 1.5 de 115 caballos de potencia, así como el motor de la versión híbrida enchufable, que pasará de ser un 1.4 de 150 caballos de potencia al 1.5 de 204 caballos de potencia.
Serie de pequeños cambios, mucho menos evidentes que en el caso del Cupra, que deberían ayudar, eso sí, a que el León siguiera siendo uno de los modelos más vendidos en su categoría.