Es de sobras conocido que los coches eléctricos van poco a poco ganando terreno tanto en España como especialmente en el mercado europeo, sobre todo en los países del norte del viejo continente donde este tipo de modelos están cada vez más asentados.

En este sentido, siendo como es una tecnología que sigue siendo muy novedosa y desconocida para la inmensa mayoría de conductores, la cuota de mercado de los eléctricos sigue estando muy por debajo de la que tienen otros modelos como los de combustión tradicional o incluso los híbridos.

Eso sí, teniendo en cuenta que ya son miles los eléctricos que circulan desde hace años por las carreteras europeas, ya empiezan aparecer algunos estudios que ayudan a comprender cómo se comportan este tipo de coches a lo largo de su vida útil, especialmente lo que se refiere a la batería.

 

Y es que, a diferencia de lo que ocurre con un modelo con un motor de combustión, la parte más importante de un coche eléctrico no es su mecánica, sino su batería, que es lo que le acaba ofreciendo una mayor o menor autonomía, el elemento clave de este tipo de coches.

Hacer un mal uso de la batería puede ser fatal para un coche eléctrico

No es que sea precisamente ningún secreto que, como cualquier otra batería, las de los coches eléctricos también sufren un proceso de degradación. En los últimos tiempos han sido varios los estudios que se han realizado al respecto, y evidentemente depende mucho de la calidad de la batería y, además, del uso que se haya hecho de ella por parte del propietario del vehículo.

Pero un dato importante lo apuntan desde la empresa austríaca Aviloo, que apuntan que si el uso de la batería del eléctrico no ha sido el adecuado, al cabo de unos 100.000 kilómetros ya puede haber perdido ni más ni menos que un 30 por ciento de su vida útil.

 

Es por eso que es más que importante, especialmente para aquellos que ya tengan un eléctrico para aquellos que tengan en mente hacerse con uno de estos modelos, ya sea un modelo low-cost un modelo premium, que se pongan en contacto con el fabricante para conocer cuáles son sus indicaciones a la hora de tratar bien a la batería, ya que cada batería tiene su propio funcionamiento y no todas necesitan el mismo tratamiento diario.

En este sentido, a la hora de buscar un coche eléctrico de segunda mano, no es tan importante el número de kilómetros que lleve el modelo sino el estado de la batería, entre otras cosas porque puede ser un modelo con unos 100.000 km pero con una batería ya muy degradada.