BMW presentó la pasada primavera la nueva generación de su X3, uno de sus modelos más importantes no tan solo en el mercado europeo sino también en el mercado más importante actualmente en la industria del automóvil: China.
Y es que cabe tener en cuenta que en China tienen especial predilección por los BMW, siendo una de las marcas premium europeas mejor valoradas y más exitosas. En el caso de su X3, el hecho de que casi una de cada 4 unidades vendidas se vendan en China es una buena prueba del éxito de este modelo en este importante mercado.
Por lo tanto, dada la importancia lógica que en BMW dan al mercado de China, no es casualidad que la marca alemana haya decidido tener un detalle con sus conductores chinos, un detalle que no es menor y que seguramente muchos agradecerían también en Europa.
BMW mantiene el precio del X3 en China
Y es que, al contrario de lo que es habitual, BMW ha decidido que el nuevo X3 tendrá el mismo precio en China que tenía la anterior generación. Teniendo en cuenta que es un modelo completamente nuevo, con nuevo diseño, nuevos materiales y mucha más tecnología, lo lógico sería que su precio hubiese aumentado, pero en la marca han decidido congelarlas tarifas.
Este hecho casi inaudito en la industria tiene una explicación, y es que el X3 que se venden en Asia se produce en base de Shenyang, en la fábrica de Lydia donde también se fabrican los modelos de Brilliance, socio de BMW en China, por lo que no existe en este caso costes de transporte.
Un X3 que además estrenará en China y para China una versión de mayor tamaño con una mayor distancia entre ejes para ganar habitabilidad en las plazas traseras. Se podrá configurar con dos opciones mecánicas, una de 190 y otra de 258 CV, en los dos casos con tracción total y transmisión automática, siendo seguramente uno de los modelos más vendidos en los próximos años en el mercado chino, un mercado que está ganando cada vez mayor importancia para las marcas más top.
En este sentido, no son precisamente pocos los que aseguran que esta política de congelar precios iría de maravilla para aumentar las ventas de la marca en Europa, pero cabe tener en cuenta que en este caso sí que hay gastos de transporte y, por lo tanto, en BMW no quieren tener este ‘detalle’ con sus conductores europeos y americanos.