Como bien saben tanto en Stellantis como en el resto de grandes gigantes de la industria del automóvil, por mucho que en los últimos años la globalización ha permitido que algunos modelos arrasen en la inmensa mayoría de mercados a nivel mundial, no todos los mercados tienen las mismas características, sino que existen importantes diferencias y peculiaridades entre mercados como es el de China, el de Europa o el de Norteamérica, entre otros.
Así, no es que sea precisamente ningún secreto que es un tipo de coche que pueden arrasar en Norteamérica apenas tenga presencia en Europa o en China, o que es un tipo de coche que sea muy popular en mercados también muy importantes como es el de Japón ni pise directamente las carreteras europeas o norteamericanas.
Un buen ejemplo de ello son las famosas pick-up, un tipo de coche que arrasa desde hace décadas en las carreteras de Estados Unidos y de Canadá pero que en Europa apenas tiene presencia, entre otras cosas porque no es un tipo de vehículo que encaje con las necesidades de la inmensa mayoría de conductores en el viejo continente.
La RAM 1500 eléctrica llegará a Europa
Sin embargo, ha sido precisamente Stellantis la que ha decidido jugársela en este sentido y ha optado por importar desde Norteamérica a Europa uno de los modelos más exitosos en las carreteras de Estados Unidos: la famosa RAM 1500.
Siendo como es un fabricante que entra dentro del gigante de la industria europea, en Stellantis quieren probar suerte con este modelo en las carreteras del viejo continente, y van a apostar por poner a la venta una versión 100 × 100 eléctrica que no lo va a tener precisamente fácil para triunfar, entre otras cosas porque es un modelo eléctrico y además cuenta con una carrocería que apenas se vende en Europa.
No se saben aún los precios oficiales de esta versión, ni tampoco muy bien que configuraciones se podrán escoger en los mercados europeos en los que se ponga a la venta este modelo, pero no son pocos los que dan por hecho que esta decisión puede que no tenga mucha continuidad en el futuro, entre otras cosas porque este tipo de vehículos nunca han triunfado en las carreteras europeas, y nada hace pensar que la inmensa mayoría de conductores vayan a cambiar de opinión al respecto.