El Skoda Octavia Combi no es el coche más llamativo del mercado ni ostenta la elegancia de marcas como Lexus o Mazda, pero lo que le falta en glamour lo compensa con creces en practicidad y eficiencia. En un mundo dominado por los SUV y eléctricos, este modelo sigue siendo una elección sólida, especialmente para quienes valoran la autonomía, el espacio interior y un consumo excepcionalmente bajo.
Con una longitud de 4.698 mm, el Skoda Octavia Combi es más que generoso en espacio, y su maletero de 640 litros, ampliable a 1.700 litros, lo convierte en un campeón del almacenamiento. Es ideal para familias, viajeros frecuentes o cualquiera que necesite transportar cargas voluminosas sin sacrificar la comodidad. Además, su diseño interior optimiza la habitabilidad, con una distribución de espacio que garantiza comodidad tanto para el conductor como para los pasajeros.
Skoda tiene una de las mejores opciones anti SUV
La oferta mecánica del Skoda Octavia Combi incluye opciones para todos los gustos, pero su versión 2.0 TDI, con 116 CV o 150 CV, destaca por su consumo medio de solo 4,4 litros a los 100 kilómetros. Este motor diésel, combinado con una transmisión manual de seis velocidades, permite recorrer hasta 1.000 kilómetros sin repostar, una hazaña impresionante que hace que este modelo sea sinónimo de eficiencia.
Si prefieres una opción más moderna, el 1.5 eTSI con tecnología MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle) ofrece un equilibrio perfecto entre rendimiento y sostenibilidad. Con 116 CV o 150 CV, una caja automática DSG de siete relaciones, y un consumo de 5,1 litros a los 100 km, esta versión híbrida ligera es ideal para quienes buscan ahorrar combustible y aprovechar las ventajas fiscales de la etiqueta ECO de la DGT. Además, su capacidad para circular por zonas de bajas emisiones lo hace aún más atractivo.
Cuatro versiones mecánicas, equipamiento muy top y mucha versatilidad
En cuanto al precio, el Octavia Combi es una opción competitiva. Arranca en 34.050 euros para la versión híbrida ligera y 34.950 euros para el modelo diésel. En ambos casos, es difícil encontrar en el mercado una combinación tan equilibrada de precio, rendimiento y espacio. Aunque no sea un coche de lujo, su relación calidad-precio lo hace destacar frente a otros modelos de su segmento.
El equipamiento de serie es otro de sus puntos fuertes. Incluye llantas de 16 pulgadas, faros LED, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, y una cámara de visión trasera. Además, cuenta con acceso sin llave, climatizador bi-zona y un avanzado sistema de infoentretenimiento con una pantalla central de 13 pulgadas y cuadro digital de 10 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto.