El panorama de los coches eléctricos está al rojo vivo, con Tesla y BYD disputándose el liderazgo global. Durante 2024, Tesla logró mantener su corona como la marca que más vehículos eléctricos vende en todo el mundo, alcanzando 1.789.226 unidades. Sin embargo, esta cifra marca su primera caída anual en más de una década, algo que resalta el cambio de dinámica en el mercado. Mientras tanto, BYD, el gigante chino, sigue acortando distancias y ha terminado el año con 1,76 millones de coches eléctricos vendidos, quedando a menos de 30.000 unidades de su rival norteamericano.
El crecimiento de BYD no solo se limita a los coches eléctricos. Con un total de 4,7 millones de vehículos enchufables vendidos en 2024, incluidos híbridos enchufables y eléctricos puros, la marca ha experimentado un aumento interanual del 41,2 %. Además, su expansión internacional está tomando forma, con 417.204 unidades vendidas fuera de China, un incremento del 71,8 %. A pesar de estos avances, BYD también enfrenta desafíos, como la reciente caída en las ventas de híbridos enchufables durante los últimos tres meses del año, lo que podría influir en su estrategia futura.
Tesla ve amenazado su liderato por BYD
Para Tesla, el 2024 ha sido un año de luces y sombras. Aunque sigue siendo líder mundial, ha perdido tracción frente a BYD. La empresa de Elon Musk también ha enfrentado críticas por la falta de novedades significativas, limitándose a lanzar el autónomo Cybercab. Y posicionarse a favor de Donald Trump tampoco ayuda. Este desgaste en la innovación ha generado expectativas altísimas para 2025, con promesas como la segunda generación del Tesla Model Y y la llegada de un vehículo completamente nuevo, el Model Q, que buscará abrir un nicho más económico en el mercado.
La guerra de precios en el mercado eléctrico añade presión a ambos titanes. Tanto Tesla como BYD han liderado esta batalla por hacer más accesibles sus modelos, sacrificando márgenes de ganancia para mantener su cuota de mercado. En este entorno, otros actores están comenzando a ganar relevancia, amenazando con alterar el equilibrio. Por ejemplo, la llegada de nuevos fabricantes europeos y asiáticos, como el renacido Ebro, podría aportar opciones competitivas a nivel de precios y prestaciones.
El duelo está servido en 2025
El futuro de BYD también depende de su capacidad para innovar. La segunda generación de sus baterías Blade, que promete mayor autonomía y menor coste, será clave para mantener su crecimiento en 2025. Además, se espera que la empresa comience a fabricar localmente en Europa, con una planta en Hungría, lo que reducirá costes y acelerará su expansión en mercados clave como Alemania y Francia.
Mientras tanto, Tesla deberá demostrar que sigue siendo la punta de lanza de la innovación. El Model Q no solo será un modelo estratégico para aumentar ventas, sino que podría redefinir el estándar de los vehículos eléctricos económicos. Asimismo, la llegada del nuevo Model Y buscará reforzar su posición en el competitivo segmento de los SUVs eléctricos. En cualquier caso, en 2025, el duelo entre Tesla y BYD podría cambiar el panorama automovilístico mundial.