El coche eléctrico ha enfrentado varios desafíos antes de poder consolidarse como la opción de movilidad preferida por los conductores. Si bien la autonomía está dejando de ser un obstáculo significativo, otros aspectos, como la fiabilidad de la infraestructura de carga y el coste, siguen siendo preocupaciones importantes. Un tema que también inquieta a muchos es la vida útil de las baterías y cómo su capacidad disminuye con el tiempo.
Uno de los principales temores de los propietarios de vehículos eléctricos es la degradación de las baterías. Esta degradación se refiere a la disminución de la capacidad de las baterías para retener carga tras numerosos ciclos de carga y descarga. Aunque las estadísticas actuales indican que solo el 2,5 % de los vehículos eléctricos necesitan un cambio de baterías durante su vida útil, la percepción de este problema sigue siendo una barrera para algunos potenciales compradores.
Toyota desafía a la degradación de las baterías
Toyota ha reconocido la importancia de abordar este problema y ha invertido en la investigación y desarrollo de soluciones innovadoras. Un equipo de investigadores del Toyota Central R&D Labs ha trabajado intensamente en una tecnología que podría cambiar el panorama de las baterías de iones de litio. Este equipo ha desarrollado un método para revertir la degradación de las baterías mediante la inyección de sustancias químicas específicas en las celdas dañadas, recuperando así gran parte de su capacidad original.
El método de recuperación desarrollado por Toyota puede restaurar hasta el 80 % de la capacidad original de una batería y mantener este rendimiento durante 100 ciclos de carga y descarga. Este avance es significativo, ya que podría prolongar considerablemente la vida útil de las baterías de los vehículos eléctricos. La eficacia de este reactivo de recuperación ha sido probada en baterías de diversos tamaños, incluidas las utilizadas en vehículos eléctricos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que este método no es aplicable en todos los casos. Las celdas con daños estructurales no pueden ser reparadas con esta técnica, y se requiere una evaluación previa para determinar la viabilidad del tratamiento. Además, Toyota ha señalado que la inyección de las sustancias químicas podría tener efectos secundarios, por lo que se necesitan más pruebas para validar completamente esta solución.
Toyota espera implantar sus nuevas baterías en menos de 2 años
Paralelamente a estas investigaciones, Toyota está desarrollando una nueva generación de baterías con metas ambiciosas para la próxima década. En 2023, la compañía presentó un plan que incluye el lanzamiento de baterías de electrolito sólido, que prometen una autonomía de 1.000 km y un tiempo de recarga del 10 % al 80 % en solo 10 minutos. Antes de esto, en 2026, se lanzarán baterías líquidas Performance con 800 km de autonomía y tiempos de carga de 20 minutos, además de ser un 20 % más baratas que las actuales del modelo bZ4X.
Entre 2026 y 2027, Toyota presentará baterías LFP con estructura bipolar, ofreciendo 600 km de autonomía y tiempos de carga de 30 minutos, siendo un 40 % más baratas que las baterías actuales. En el período de 2027 a 2028, la compañía lanzará las baterías High-Performance, con 1.000 km de autonomía y tiempos de carga de 20 minutos, y un coste un 10 % más bajo que las Performance, también con estructura bipolar. Las baterías de estado sólido se producirán simultáneamente, aunque en cantidades limitadas.