A diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos años con muchos fabricantes de mucho peso a nivel mundial, en Toyota se están tomando con mucha calma su entrada en el terreno de los coches 100 × 100 eléctricos. De hecho, el fabricante japonés es de las marcas que menos ha apostado por este tipo de coches en los últimos tiempos, especialmente en mercados como el europeo y el americano donde, si bien es cierto que cada vez son más los conductores que apuestan por los eléctricos, su cuota de mercado sigue siendo muy menor.
No ocurre lo mismo precisamente en China, el principal mercado de la industria del automóvil a nivel mundial y en el que los coches eléctricos tienen cada vez más peso, entre otras cosas porque las marcas nacionales tienen productos realmente interesantes en cuanto a precio y top internacionales como es el caso de Toyota están empezando a poner el mercado productos con precios muy competitivos.
El SUV eléctrico de Toyota que arrasa en China no llegará a Europa
Un claro ejemplo del buen trabajo que ha hecho la marca japonesa en este sentido es lo que ha ocurrido recientemente cuando el fabricante ha abierto el libro de pedidos de su última novedad en China: el nuevo bZ3X.
Y es que en apenas unas horas la marca japonesa ha recibido ni más ni menos que 10.000 reservas, una cifra que hace evidente el acierto del fabricante. Por mucho que evidentemente en China vivan casi 1.500 millones de personas y por lo tanto sea un mercado mucho más propicio para cifras altas en cuanto a ventas, no deja de ser todo un éxito por parte de la marca.
Principal motivo del éxito de este modelo es que tiene un precio de partida en China que se queda por encima de los 13.000 €, un precio realmente competitivo para un modelo que tiene un tamaño muy similar al del RAV4 que llega de serie con una mecánica eléctrica de 204 CV de potencia con una batería de 50 kWH que le permite tener 430 dos de autonomía según el ciclo de homologación chino, la cifra que según el ciclo de homologación europeo se rebajaría hasta unos 350 o 370 km.
Un modelo que, por mucho que aumentará su precio de forma considerable al llegar a Europa, acabaría arrasando en las carreteras del viejo continente, pero por desgracia para los amantes de los eléctricos la marca japonesa ya ha dejado muy claro que este modelo, al menos de momento, no se va a vender en las carreteras del viejo continente.