El principal motivo que ha llevado al Toyota Corolla a convertirse en el auténtico rey de la categoría de los compactos en España es, sin ningún tipo de duda, el hecho de que este modelo japonés cuenta con un motor auto recargable y con una excelente relación calidad precio.

No es que sea precisamente ningún secreto que tú eres realiza la inmensa mayoría de los kilómetros en entornos urbanos o interurbanos, donde este tipo de mecánicas acaban siendo las más interesantes en lo que se refiere al consumo. Sin embargo, cabe tener en cuenta que hay una opción en nuestro mercado que está ganando cada vez más peso para aquellos conductores que buscan polivalencia y que, sin querer dar el paso definitivo, sí que quieren adentrarse en el mundo de los motores eléctricos.

 

Esa opción no es otra que la de los motores híbridos enchufables, un tipo de mecánica que combina un motor de combustión con un motor eléctrico con el que se puede contar con una autonomía 100 × 100 eléctrica que cubre el mensa mayoría de los trayectos diarios, de tal manera que a nivel de consumo, si se hace un uso inteligente de la batería, acaba siendo incluso una opción mejor que los híbridos auto recargables.

El Opel gasta menos, pero es más caro

En este sentido, hacer una comparación en cuanto a consumos no resulta lógico ya que, si como ocurre en el caso del Opel Astra el modelo alemán tiene siempre la batería cargada, su consumo durante los 60 km que tiene de autonomía eléctrica es cero, mientras que el del Corolla se queda en unos 4 l en entornos urbanos.

 

Eso sí, cabe tener en cuenta que esta versión híbrida enchufable del Opel Astra es bastante más cara que la versión de acceso del corola, por lo que falta saber hasta qué punto la diferencia de precio se acaba reflejando también en la diferencia de consumo con el paso de los años.

Mientras que el Corolla parte desde poco más de 26.000 €, el Opel Astra es 10.000 € más caro en su versión PHEV, aunque contando con las ayudas del estado puede acabar teniendo un precio que ronde los 32.000 €, es decir, unos 5000 o 6000 € más caro que el modelo japonés. Una diferencia de precio que, en términos de consumo, va a costar unos cuantos años recuperar, de ahí que, contando además con la fiabilidad de Toyota y el hecho de no saber cómo evolucionará el precio de la luz durante los próximos años, se hace solamente una opción aún más interesante apostar por el motor HEV de la marca japonesa.