Toyota y BMW son dos marcas que, en principio, poco o nada tienen en común. Mientras la primera es una de las grandes marcas generalistas japonesas con presencia a nivel mundial en todos los mercados de primer nivel con modelos que destacan por su relación calidad/precio así cómo por sus motores híbridos en la gran mayoría de los casos, la segunda es una marca premium alemana que centra buena parte de sus ventas en el viejo continente y que va dirigida a los conductores que buscan modelos mucho más exclusivos.

Sin llegar al os niveles de Ferrari o Porsche, entre otras, BMW sí que está un escalón por encima de las generalistas, con modelos en su catálogo que tienen unos precios que, desde luego no es que sean muy populares precisamente.

 

Eso sí, si algo tienen en común los dos fabricantes es que en los dos casos están pasando por uno de sus mejores momentos a nivel comercial. Toyota puede presumir de ser una de las marcas más vendidas a nivel mundial en su categoría, siendo por ejemplo la más vendida ahora en España, mientras que, tras cinco años a la sombra de Mercedes, BMW logró el pasado año acabar como la marca premium más vendida sumando todos los mercados.

Uno de los Toyota más elogiados del mercado cuenta con un motor diseñado y fabricado por BMW

Sin embargo, sí que hay algo que une a estas dos marcas de forma directa. No es otro que el motor de gasolina de 3 litros capaz de desarrollar nada menos que 340 CV con un par de 500 Nm. Un motor diseñado y fabricado por la marca de Múnich que, ojo no tan sólo monta el espectacular BMW Z4 M40, uno de los deportivos más aplaudidos de la marca bávara, sino que también monta el famoso Toyota Supra.

Sí, el Supra de última generación, que llegó hace poco al mercado, monta debajo de su capó este motor de 340 caballos que, unido al poco peso y al buen trabajo aerodinámico de los japoneses, hacen de él uno de los deportivos mas ágiles y rápidos del mercado actual.

 

Un modelo que, teniendo en cuenta el éxito entre los amantes de este tipo de deportivos en los últimos años, forma ya parte de la historia del automovilismo y confirma que, pese a que dos marcas tan dispares como Toyota y BMW pueden colaborar juntas en beneficio de las dos. Y, sobre todo también, en beneficio de los que tienen uno de estos Supra, uno de los modelos más top del momento.

Cabe destacar que es una práctica cada vez más común en el mundo del automovilismo. Algunos ejemplos de ello son el Alfa Romeo Stelvio que, en su versión Quadrifoglio, cuenta con un motor Ferrari debajo del capó así cómo modelos muy top como los Porsche Panamera o Cayenne que, en este caso, se benefician del buen hacer de Audi montando uno de los motores diseñados por la marca de los cuatro aros.