Uno de los grandes objetivos que tienen en BYD, una de las grandes marcas chinas que tan solo optan por fabricar coches eléctricos e híbridos enchufables, pasa por convertirse en toda una referencia más allá de su mercado natal, siendo también una referencia en el mercado europeo.
En este sentido, tan solo hace falta ver algunos de sus modelos que ya están a la venta en las carreteras europeas para darse cuenta de que la estrategia que está llevando acabo la marca China no es otra que la de ofrecer un producto con un nivel de calidad muy parecido al que tienen las marcas generalistas pero, a la vez, ofrecerlo a un precio que se sitúa un escalón por debajo, una estrategia que la convierte en una de las mejores opciones.
Un buen ejemplo de ello es la nueva versión híbrida enchufable de su Seal U, el primer modelo de la marca que cuenta con esta mecánica en Europa y que se ha convertido ya en toda una referencia para aquellos que buscan un SUV con carácter familiar, con etiqueta CERO, muy bien dotado de serie en todos los sentidos y con un diseño atractivo. Así, este modelo se convierte en uno de los grandes rivales en el Toyota RAV4 en la versión PHEV.
La comparativa entre dos SUV PHEV muy interesantes
Las diferencias entre estos dos modelos son mínimas. De hecho, en los dos casos las dimensiones son muy parecidas, aunque cabe destacar que en Toyota han hecho un mejor trabajo respecto a la marca china en lo que se refiere aprovechar esta mañana el maletero, con una capacidad de 540 m que se sitúa bastante por encima de la de 450 que tiene el BYD.
A nivel mecánico tampoco hay muchas diferencias, en los dos casos con motores interesantes, con 218 caballos en la versión de acceso del modelo chino y 304 caballos en la única opción del modelo japonés, y con autonomías eléctricas de 80 km en el caso del chino y de 75 km en el caso del japonés.
La gran diferencia llega, como era lógico y de esperar, en los precios. Mientras que el Toyota supera los 50.000 € en su versión de acceso, el BYD se sitúa en torno a los 38.000 € en su versión más sencilla, una la diferencia de unos 12.000 € que juegan muy a favor del modelo chino. Es más, si optamos por la versión más potente del BYD, esta sigue siendo unos 5000 € más barata que el Toyota, de ahí que muchos lo vean como el claro ganador en esta comparativa.