En un giro inesperado, Volkswagen ha decidido extender la vida del T-Roc Cabrio, un modelo que parecía condenado a desaparecer. Esta decisión llega en un momento crítico para la marca alemana, que enfrenta una reestructuración sin precedentes en sus líneas de producción. El T-Roc Cabrio, un SUV descapotable, ha recibido un indulto que permitirá su continuidad hasta finales del verano de 2027, brindando un respiro tanto a sus fieles seguidores como a los empleados de la planta de Osnabrück.
La planta de Osnabrück, especializada en la producción de descapotables, es uno de los pilares de la decisión. Aunque se plantea la venta de estas instalaciones, los trabajadores han ganado dos años más de actividad gracias a la extensión de la vida útil del T-Roc Cabrio. Este modelo, aunque no tiene un sucesor planeado, simboliza una apuesta por mantener empleos mientras Volkswagen avanza en su transición hacia la electrificación.
Volkswagen alarga la vida del T-Roc Cabrio, uno de sus modelos más arriesgados
El futuro del T-Roc Cabrio se inscribe en el marco de una estrategia más amplia que Volkswagen. Este plan implica trasladar la fabricación de ciertos modelos emblemáticos, como el Golf, fuera de Alemania. En el caso del Golf, su producción se mudará a México, mientras que las líneas de Wolfsburgo se centrarán en versiones eléctricas, como el sucesor del ID.3. Este movimiento busca optimizar recursos y preparar la transición hacia un futuro de cero emisiones.
El Golf eléctrico, cuya llegada al mercado está prevista para 2029, será producido en Wolfsburgo, el corazón histórico de Volkswagen. Mientras tanto, el Golf de combustión continuará fabricándose y vendiéndose en México y Estados Unidos hasta la despedida definitiva de los motores de combustión en 2035. Este enfoque sigue la estrategia aplicada anteriormente con el Beetle, manteniendo viva la tradición en mercados específicos mientras Europa lidera la electrificación.
Tendremos T-Roc hasta 2027
La decisión de mantener el T-Roc Cabrio también refleja la capacidad de Volkswagen para adaptarse a las demandas del mercado sin abandonar sus raíces. Aunque este modelo es claramente un coche de nicho, su diseño distintivo y su público fiel han convencido a la marca de prolongar su vida útil. Esto no solo asegura la continuidad de un modelo especial, sino que también proporciona tiempo adicional para negociar la posible venta de las plantas afectadas.
Por otro lado, la reestructuración global de Volkswagen incluye el análisis de sus plantas menos eficientes, como Dresde y la mencionada Osnabrück. La planta de Dresde, conocida como la fábrica acristalada, podría enfrentar un destino similar al de Osnabrück en el mediano plazo, como parte de la estrategia para reducir en 700.000 unidades la capacidad productiva de la marca.