Volkswagen ha decidido dar fin a uno de los motores más emblemáticos de su historia: el VR6. Después de 34 años de rendimiento excepcional, el motor de seis cilindros en V que debutó en 1991 se despide de la producción automotriz. Este bloque, que se destacó por su innovador diseño y su potencia, marcó una era dorada en los vehículos deportivos de la marca alemana y dejó una huella profunda en diversos modelos a lo largo de los años.

El motor VR6 fue reconocido por su ingeniería única, que consistía en un diseño de cilindros dispuestos en un ángulo estrecho de 15º. Este enfoque permitió a Volkswagen crear un bloque compacto y de gran rendimiento, utilizando solo una culata en lugar de las dos tradicionales en los motores V. La versatilidad del VR6 le permitió equipar vehículos que iban desde el Golf R32 hasta el Audi A3, pasando por el Volkswagen Touareg y el Porsche Cayenne. En su apogeo, este motor alcanzó hasta 280 CV de potencia, destacando especialmente en el Passat R36 de 2008.

Volkswagen VR6

Ha sido uno de los motores más admirados de Volkswagen

A lo largo de los años, el VR6 experimentó varias mejoras, como la introducción de una culata de 24 válvulas en 1997, que permitió aumentar la potencia de los motores hasta los 204 CV. Posteriormente, el bloque de 3.2 litros se incorporó en modelos como el Audi TT y el Volkswagen Golf V R32, llegando a alcanzar los 250 CV. Sin embargo, fue en el Passat R36 donde se alcanzó su pico máximo con los 300 CV, consolidando al VR6 como uno de los motores más potentes y deseados de su generación.

A pesar de la constante evolución del sector automotriz hacia la electrificación, el motor VR6 continuó siendo una opción en mercados como Estados Unidos y China. El Volkswagen Atlas y el Audi Q6 de gasolina fueron los últimos en incorporar este motor, lo que permitió que el VR6 siguiera vivo hasta 2024. Sin embargo, el último modelo con este motor ha sido ensamblado en diciembre de 2024, marcando el fin de una era para este icónico propulsor.

Volkswagen R32

Dice adiós 34 años después de su debut

El VR6 fue más que un motor; se convirtió en un símbolo de rendimiento y fiabilidad para los amantes de los coches de Volkswagen. Desde su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1991 hasta su última producción, este motor estuvo presente en 1,87 millones de coches. Aunque su presencia era cada vez menor, especialmente en el contexto de la creciente electrificación de la industria automotriz, su legado sigue siendo fuerte en los vehículos que lo equiparon.

Este adiós marca un cambio significativo en la estrategia de Volkswagen, que se orienta cada vez más hacia los vehículos eléctricos. A pesar de su éxito, el motor VR6 es ahora parte de la historia, un testimonio de una época en la que los motores de combustión dominaban el mercado. La marca de Wolfsburgo ha decidido avanzar, y aunque el VR6 ya no se fabricará más, su impacto sigue vivo en cada uno de los coches que lo llevaron bajo el capó y en la mente de los más puristas.