Hace apenas unos años muy pocos españoles y europeos conocían a Xiaomi. Sin embargo, hoy en día este gigante de la tecnología chino se ha convertido no tan solo en toda una referencia en su mercado natal, el de mayor volumen del mundo, sino también en el resto de mercados importantes.
Lo que seguramente muy pocos esperaban hace años es que Xiaomi fuera a dar el paso y entrar de lleno en la industria del automóvil, una industria muy tradicional en este sentido y en la que las nuevas marcas no lo tienen precisamente fácil.
Sin embargo, la entrada en juego de los motores cien por cien eléctricos ha provocado que sean muchos los fabricantes que vean cómo esta apuesta por los EV puede acabar dando muy buenos resultados a nivel de ventas siempre y cuando se produzcan productos redondos en cuanto a relación calidad/precio.
Y eso es lo que ha hecho Xiaomi con el que es ya su primer modelo, el SU7, una berlina eléctrica que ya está a la venta en China y que, como no podía ser de otra forma, se ha convertido en uno de los coches que más expectación ha generado en los últimos años. Eso sí, al menos de momento, este SU7 tan solo se vende en China, por lo que deberemos esperar hasta 2025 para verlo en Europa.
Xiaomi de adapta al mercado con un EREV
Pero en la marca, como suele ser habitual en los fabricantes de coches tradicionales, saben muy bien que no pueden vivir de un solo modelo, de ahí que ya estén trabajando en 2 nuevos modelos.
Por un lado, pese a que no tiene nombre oficial, ya se sabe que el segundo modelo que Xiaomi pondrá a la venta será un SUV, un modelo que será cien por cien eléctrico y que, como ocurre con el SU7 y el Tesla Model 3, será un duro rival para el Model.
Es el tercer proyecto en el que están trabajando el que claramente se diferencia de los dos primeros, entre otras cosas porque parece ser que Xiaomi no apostará de nuevo por un EV puro, sino que apostará por un modelo eléctrico de rango extendido, un tipo de coche conocido como EREV y que contará con una parte mecánica eléctrica y otra de combustión, de tal manera que la autonomía será superior a los 1.000 kilómetros bajo el ciclo de homologación chino, el CLTC, que ya se sabe que es mucho menos riguroso que el europeo, el WLTP.