Bélgica suma la tercera victoria en tres partidos del Mundial de Rusia después de superar a Inglaterra por la mínima (0-1). Los tres puntos otorgan a los belgas el pase a los octavos de final como primeros del Grupo G y los cruza con Japón en la parte más complicada del cuadro.
Sin descartar la derrota
Las alineaciones de las dos selecciones eran una declaración de intenciones. Gareth Southgate y Robert Martínez hacían nueve cambios respecto al último partido. Los dos seleccionadores sólo conservaban al portero y a un jugador de campo para dirimir el orden de acceso a octavos. Inglaterra y Bélgica llegaban a la última jornada clasificadas. Y pasar como segundo era mejor que hacerlo como primero.
El primero se situaba en la parte izquierdo del cuadro y sabía que tenía que encontrarse con Uruguay, Portugal, Francia, Argentina o Brasil si avanzaba las eliminatorias. En cambio, el segundo iba a la parte derecha del cuadro, donde España es la única de las favoritas. Perder un partido nunca había tenido tanto premio.
El 0-0 lo dejaba todo igual. Inglaterra era primera y Bélgica, segunda. Los belgas, sin embargo, han sido los que han buscado con más insistencia el área rival en el primer tramo de partido en Kaliningrado. Youri Tielemans ha tenido la ocasión más clara con un disparo que ha desviado el portero Jordan Pickford con muchos problemas. Michy Batshhuayi, hoy sustituto del goleador Romelu Lukaku, también ha rozado el gol. El 0-0 parecía inamovible.
Inglaterra sólo intentaba romper la monotonía de los pases horizontales a balón parado. Pero lo hacía sin convicción. El juego de los dos equipos, más conservador que arriesgado, despertaba los silbidos del público y provocaba una situación insólita hasta el momento en este Mundial. La afición quería ver espectáculo.
El árbitro ha decidido cerrar la primera parte de uno 'amistoso' sin añadir ningún minuto porque las interrupciones han brillado por su ausencia. Nadie quería cambiar el ritmo. Nadie quería trascender. Todo el mundo esperaba conservar las opciones de acabar segundo.
El corazón pesa más que la cabeza
El partido sólo se podía desequilibrar con una jugada individual. Adnan Januzaj, joven delantero de la Real Sociedad, se ha inventado uno de los goles del Mundial con un disparo imposible para Pickford. El portero de Inglaterra ha visto cómo la pelota limpiaba la escuadra de su portería. El 0-1 intercambiaba las posiciones al frente del grupo.
Thomas Vermaelen se ha llevado a casa un recuerdo del partido. En un cabezazo fortuito con el delantero Jamie Vardy, el defensa del Barça se ha abierto la ceja. Una herida con la que ha podido seguir jugando después del visto bueno de los médicos belgas.
Marcus Rashford, después de una gran jugada colectiva inglesa, ha tenido el empate en sus botas, pero Thibaut Courtois, hoy capitán, ha aparecido en el último momento para desviar la pelota a córner. Bélgica esperaba detrás de la línea del medio del campo y tampoco arriesgaba. La iniciativa era de Inglaterra, que buscaba el 1-1 más por obligación que por convicción.
La ausencia de cambios de Southgate destilaba conformidad con la derrota. Eso ha convertido los últimos minutos en un trámite, aunque Danny Wellbeck y Marouane Fellaini han intentado rebelarse. La victoria final de Bélgica deja a los ingleses segundos, emparejados con Colombia.