Un gol de Philippe Coutinho en el tiempo de descuento acaba con la resistencia de Costa Rica y evita un desastre nacional en Brasil. Neymar Jr aprovecha la última jugada del partido para maquillar sus estadísticas y estallar a llorar sobre el mismo césped (2-0).

Un muro infranqueable

Los brasileños tenían la lección aprendida. El debut contra Suiza les había abierto los ojos. Necesitaban más armas por atacar en estático contra defensas que jugarían a cerrarse para entregarse al contragolpe. Sin embargo, el seleccionador Tite sólo ha introducido un cambio, por obligación, en el equipo que debutó en este Mundial. El lateral derecho Fagner entraba por la lesión de Danilo.

Mismos jugadores; mismo resultado. Neymar ha seguido haciendo la guerra por su cuenta sin acertar en ninguna jugada individual. El entramado defensivo de Costa Rica ganaba sentido con el paso de los minutos. Además, los centro-americanos hacían daño cuando tenían metros para correr. Celso Borges ha fallado cuando lo tenía todo de cara para hundir a Brasil.

Coutinho lo seguía probando desde la larga distancia, su especialidad, pero las pelotas no encontraban los tres palos de la portería defendida por Keylor Navas. A los brasileños les faltaba una chispa de talento para romper la monotonía de los ataques largos que acababan muriendo en la línea de fondo.

Más VARO y más emoción

Tite ha visto que su equipo necesitaba una sacudida. La entrada de Douglas Costa por Willian ha dado otro aire a Brasil y, de rebote, al partido. La segunda parte ha empezado jugándose en el área de un Navas que ha salido con el uniforme intacto del asedio brasileño. Gabriel Jesús ha estrellado una cabezazo al travesaño, Cristian Gamboa ha rechazado el disparo de Coutinho sobre la línea y Neymar ha enviado fuera un remate desde la frontal del área pequeña.

Brasil disparaba, pero no acertaba. El ritmo del partido era otro. Las urgencias han disparado la frecuencia de las posesiones, todas enfocadas al gol. La mala noticia para Tite y compañía era que Costa Rica tenía muy claro qué hacer con la pelota en los pies: cada pase hacia adelante garantizaba una carrera menos hacia atrás.

El cambio de Paulinho por Roberto Firmino ha acabado de exponer a los brasileños, que han afrontado el tramo final con Casemiro como único mediocampista. Toda la carne en el asador para evitar complicarse la vida. Neymar seguía fallando, incluso cuando Costa Rica se desajustaba en defensa y empezaba a acusar el desgaste de correr persiguiendo camisetas azules.

El VAR ha vuelto a impartir justicia. Neymar, con una piscina, ha engañado al árbitro, que ha silbado penalti. La tecnología ha mantenido el 0-0. El vídeo ha deshecho la jugada, pero Brasil ha seguido interpretando la misma partitura con los costarricenses perdiendo tiempo hasta que ha encontrado el premio.

En el tiempo de descuento, Coutinho ha vuelto a aparecer para evitar el desastre. El mediocampista del Barça ha aprovechado un balón colgado al área para poner la punta de la bota y derribar una defensa que había aguantado 91 minutos de pie. Con Costa Rica lasumiendo que ya estaba eliminada ha llegado el show de Neymar. Gol y llantos. Por este orden. Como si el 2-0 en la última jugada desembocara en el título de la Copa del Mundo.