Croacia ya tiene un pie en el Mundial de Rusia 2018 después de ganar con contundencia el partido de ida de la repesca, con una goleada contra Grecia (4-1). El futbolista del Barça Ivan Rakitic jugó los 90 minutos y lideró el combinado croata al lado del madridista Luka Modric.
El partido se puso de cara muy temprano para los intereses de Rakitic y compañía. El portero griego Orestis Karnezis cometió un error en el control de la pelota que acabó en un penalti indiscutible. Modric no falló desde los once metros para adelantar a Croacia cuando sólo se habían jugado 13 minutos. Además, Nikola Kalinic aprovechó el mal momento de Grecia para hacer el 2-0 después de otro error, ahora de la defensa.
Grecia era incapaz de reaccionar por culpa de su falta de acierto en el medio del campo. Las pérdidas de pelota constantes activaban a los delanteros croatas, que se frotaban las manos conscientes de que podían sentenciar la repesca en los primeros minutos. Contra pronóstico, la selección griega rescató un poco de orgullo haciendo el 2-1 a la salida de un córner, El gol, sin embargo, fue un espejismo.
El delantero del Inter de Milán Ivan Perisic contestó al tanto griego con la misma moneda. Con un cabezazo, Cròacia recuperaba los dos goles de ventaja. El partido estaba visto para sentencia cuando Andrej Kramaric cerró la goleada.
Croacia cumple con las previsiones y viajará el próximo domingo a Grecia con un cojín de goles suficiente como para no sufrir y convertirse en una de las 32 selecciones que participarán en el Mundial de Rusia.