Esta semana, el jueves por la noche, se ha desatado la polémica en X (una más), como consecuencia de un comentario realizado por su propietario, Elon Musk. Musk comenzó a escribir públicamente después de conocerse los informes de Jess Phillips, la ministra de protección a la infancia, en los que se hacía público el rechazo por parte de las autoridades gubernamentales de las peticiones del consejo de Oldham que solicitaba una investigación pública relativa a la explotación infantil en la ciudad. La ministra Phillips argumentó que debería ser responsabilidad de los consejos locales encargar nuevas investigaciones (y no el gobierno nacional, como se solicitaba), lo que provocó críticas de los conservadores, incluida Kemi Badenoch, aunque su propio partido también había rechazado una investigación nacional mientras estaba en el gobierno, según explica The Guardian.
Un asunto que ha estallado y merece que nos detengamos en ello, puesto que viene de un largo recorrido y merece que estemos actualizados para conocer, aunque sea superficialmente, lo que acaba de estallarle en las manos al gobierno británico.
En un tuit publicado por Musk, pedía la puesta en libertad de Tommy Robinson. ¿Quién es Tommy Robinson? ¿Y por qué se ha desatado la polémica? El nombre real del conocido como Tommy Robinson es Stephen Crhstopher Yaxley-Lennon. Un “activista político” ubicado en la extrema derecha. Cofundador y exlíder de la Liga de Defensa Inglesa (EDL por sus siglas en inglés), organización activa en contra de la inmigración y del Islam en el Reino Unido. Especialmente, ha destinado su energía a la denuncia de redes de abuso sexual contra menores en los últimos años.
Robinson está actualmente privado de libertad, y cuenta con un largo historial de antecedentes penales, donde se aglutinan condenas por agresión, falsificación documental, fraude hipotecario y desacato a la justicia. En 2018 fue condenado a 13 meses de prisión por publicar un “documental” cuyo contenido contravenía una orden judicial. Recientemente ha vuelto a ser condenado a 18 meses de prisión por difamación y otro nuevo desacato a una orden judicial (desobediencia, según nuestro ordenamiento jurídico). Es una figura que genera una fuerte controversia: quienes lo apoyan consideran que es un defensor de la nación y, especialmente, en su campaña contra el abuso de menores, se supone que pretende destapar a distintos cargos y responsables que, según él, habrían encubierto una serie de agresiones sexuales, pederastia y explotación sexual en Reino Unido durante años. Desde otro punto de vista, le consideran un generador de desinformación, odio e instigador de violencia. Así lo señalaban, por ejemplo, el pasado verano, cuando huyó del país.
El “documental” de Tommy Robinson por el que ha sido recientemente condenado, se titula “Silenced” (Silenciados). Alcanzó más de 61 millones de visualizaciones nada más ser publicado en la red social X. En él, se aborda la supuesta existencia de bandas de violadores musulmanes en el Reino Unido, y denuncia en él la comisión de abusos sexuales infantiles en redes establecidas en Rotherham, Rochdale, Oxford y Newcastle. Según Robinson afirma en su “documental”, miles de niñas británicas habrían sido víctimas de abusos sistemáticos “encubiertos o minimizados por las instituciones encargadas de investigarlo”.
La publicación de este “documental” se hizo desobedeciendo la orden judicial que le prohibía hacerlo, razón por la cual, los jueces del tribunal de Woolwich, en Londres, le han condenado ahora a otros 18 meses de prisión. Una decisión que ha generado controversia en la opinión pública, pues hay quienes sostienen que debería respetarse el transcurso de las investigaciones en sede judicial, al tiempo que hay quien considera que es fundamental poder conocer todos los detalles de manera abierta. Lo cierto es que el hecho de haber “prohibido” la difusión del “documental”, ha generado el conocido “efecto Streisand”, lo que supone un mayor interés en su contenido y un aumento exponencial de las visualizaciones.
Silenced aborda la supuesta existencia de bandas de violadores musulmanes en el Reino Unido, y denuncia en él la comisión de abusos sexuales infantiles en redes establecidas en Rotherham, Rochdale, Oxford y Newcastle
El periodista Ezra Levant, ha explicado en redes sociales que el juez hizo referencia expresamente a la red social de X, donde se publicó el documental (y quizás sea, precisamente por ello, que Elon Musk acaba de compartirlo en la red esta misma semana).
Robinson se encuentra actualmente en régimen de aislamiento penitenciario desde el pasado mes de octubre, y según Levant, es probable que permanezca así nueve meses. Recuerda el periodista que la desobediencia a una orden judicial no debería abordarse como si se tratase de un delincuente peligroso, y por ello no se justifica la medida de aislamiento. Señala que el director del centro penitenciario sostiene la medida debido a la “naturaleza polarizadora de su ideología”.
Levant también explica que a Robinson se le está aplicando la Ley Antiterrorista, y según su explicación, en virtud de ella se ha pretendido acceder al teléfono móvil del acusado sin que hubiera una orden judicial previa. Robinson se negó a facilitar la contraseña para poder acceder al contenido de su teléfono y, según se explica, también se le está investigando por ello.
¿Qué se sabe sobre los abusos a niños en Rotherham?
Hace más de diez años, el diario The Guardian, publicó lo que se consideraba entonces “el espeluznante informe de Alexis Jay donde se detalla cómo los niños fueron violados, rociados con gasolina, traficados y agredidos”. Según el citado informe, habrían sido 1.400 víctimas, como mínimo, y se señalaba entonces que los abusos continuaban produciéndose. El informe de Jay plasmaba el resultado de su investigación durante 16 años en Rotherham, exponiendo los casos de abusos que comenzaron en la década de 1990. En ese caso se reconocieron “flagrantes fallos colectivos del sistema de asistencia, de la policía y de los políticos locales en su respuesta a los casos de explotación sexual infantil en la ciudad de Yorkshire”.
La investigación independiente fue solicitada por el Consejo municipal de Rotherham en octubre de 2013, después de que cinco hombres fueran condenados. Se estimaba entonces que 1.400 niños fueron explotados sexualmente entre 1997 y 2013 y se indicó que más de un tercio de esos casos eran conocidos por las autoridades, que no actuaron con la diligencia debida.
El informe recoge una muestra de esa desatención poniendo como ejemplo el caso de Shabir Ahmed, un cabecilla de una red de prostitución de Rochdale, que trabajó para el Ayuntamiento de Oldham como agente de derechos sociales durante 18 años hasta 2006, aproximadamente un año después de que lo acusaran de abuso sexual infantil. Ahmed está actualmente cumpliendo una condena de 22 años de cárcel tras ser condenado en 2012 por 30 cargos de violación infantil y otros muchos delitos.
El informe denuncia y detalla cómo no se informó correctamente en su momento sobre una “grave acusación” hecha contra Ahmed en 2005, lo que significa que pudo seguir trabajando con adultos vulnerables y sus hijos. Si se hubieran tomado medidas, señala el informe se podría haber “evitado potencialmente el trágico abuso de otros niños”.
Sara Rowbotham colaboró en el desmantelamiento de una red de abuso sexual infantil, Las autoridades le dieron la espalda, pero no dejó de pelear hasta conseguir destapar toda la red y que los culpables terminasen en la cárcel.
¿Qué se sabe sobre los niños de Oldham?
Hace dos años, el diario británico The Guardian publicaba la noticia relativa al informe que “destacaba las deficiencias de la policía y del Ayuntamiento, sugiriendo que altos funcionarios podían haber engañado a los diputados” en el caso de los niños que fueron víctimas de abusos sexuales en Oldham.
La información publicada por The Guardian señala que “los niños vulnerables quedaron expuestos a la explotación sexual en Oldham debido a “grandes fallos” de la policía y del Ayuntamiento. Según el informe, “se perdieron múltiples oportunidades para prevenir abusos que se remontan a 2015". La investigación recogida en el informe independiente también sugería que altos mandos de la policía y del Ayuntamiento podrían haber engañado a los parlamentarios de la comisión de investigación de asuntos internos de la Cámara de los Comunes al haber negado una mala actuación en el caso sobre la “explotación sexual” de una niña de 12 años, conocida popularmente como “Sophie”. Sophie fue violada de manera reiterada desde los 12 años.
Amanda Chadderton, líder del consejo de Oldham, dijo en una rueda de prensa que la respuesta de las autoridades a las quejas de Sophie fueron “inaceptables” y que la dirección de los servicios de protección de la infancia había cambiado desde entonces. Añadió: “Parece un encubrimiento y tenemos que aceptarlo. Es un fallo por nuestra parte y es una debilidad que existía en el consejo de Oldham en ese momento”.
También en Rochdale, Manchester
Es imprescindible hablar de Sara Rowbotham, que trabajaba como coordinadora del Equipo de Intervención en Crisis en Rochdale para el NHS entre los años 2004 y 2014.
Durante ese tiempo, Sara descubrió lo que sucedía con los menores de los que ella debía cuidar. Por eso colaboró en el desmantelamiento de una red de abuso sexual infantil, siendo una de las pocas personas que hicieron saltar la alarma sobre el abuso sistemático que se producía. Su batalla fue la evidencia de que las autoridades le dieron la espalda, pero no dejó de pelear hasta conseguir destapar toda la red y que los culpables (al menos algunos), terminasen en la cárcel. A partir de 2004, realizó 181 alertas a la policía y a los servicios sociales en las que detallaba el abuso y la captación sexual de jóvenes. No le hicieron ni caso en un primer momento. Pero no se rindió y siguió peleando.
En 2012, declaró ante el Comité de Asuntos Internos que los Servicios de Protección Infantil de Rochdale no habían actuado en respuesta a sus alertas y que el abuso era generalizado. En consecuencia, el Gobierno puso a los servicios de los distritos en "medidas especiales" y, en un período de unos seis meses, aproximadamente 25 altos funcionarios de varias organizaciones dimitieron públicamente, se jubilaron o fueron despedidos. Pero Sara también fue despedida.
Consiguió entonces colaborar, junto a Maggie Oliver, con la BBC para hacerlo público en 2017, en el documental “Three Girls”. Un documental que conmocionó a la opinión pública y que consiguió que se tomasen medidas. Concretamente, el escándalo tras el documental fue de tal magnitud, que el alcalde del Gran Manchester, Andy Burnham, encargó a Malcolm Newsam (un reconocido experto en cuidado infantil) y a Gary Ridgeway (un ex superintendente de detectives) que analizaran las cuestiones destacadas por las mujeres en el documental y elaborasen un informe. Gracias a esta investigación, se ha terminado condenando a nueve hombres por los atroces crímenes.
Sara tenía razón, y por su lucha, en 2018, recibió un premio especial y se la nombró miembro honorario del Consejo de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños.
Musk pide al rey Carlos que disuelva el Parlamento
El viernes, Elon Musk volvió a la carga, pidiendo esta vez que el rey Carlos disolviera el Parlamento británico tras el rechazo del Partido Laborista de abrir una nueva investigación a nivel nacional sobre la presunta red de abusos a menores que, supuestamente, continúa. Musk señaló directamente al actual primer ministro Starmer de no haber actuado correctamente cuando era el responsable de la fiscalía en los casos de Oldham.