Las radios musicales de Catalunya tendrán que programar el 25% de la música en catalán o aranés a partir del 1 de enero de 2026. Así lo ha acordado recientemente de manera unánime el Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) con el fin de hacer cumplir la Ley de Política Lingüística. Ahora tienen un año para irlo ejecutante progresivamente. ¿Todas las emisoras tendrán que adaptarse? No, todas no. Hay una, en la comarca del Gironès, que sin que nadie la obligue ya hace 10 años que emite en catalán las 24 horas del día y los 7 días de cada semana. La irreductible aldea gala de las ondas es Radio Vilablareix y su druida particular, el Panorámix que ha conseguido la fórmula del éxito, es Dídac Romagós.

En el 107.5 del FM o por internet (radiovilablareix.cat) esta radio municipal es la más escuchada del país, todo un fenómeno social. Tiene casi 45.000 seguidores en Twitter. El municipio cuenta con poco más de 4.000 habitantes. Eso son 10 veces más. Muchas cifras para un proyecto que se lleva más con el corazón que haciendo números. El voluntariado de los colaboradores que hace programas de distinta índole es el motor y la dedicación abnegada y apasionada por su único y joven trabajador, es el alma. Una actividad frenética que lo llevó, hace unos meses, a tener problemas de salud mental, por suerte ya bastante superados. Y es que a veces la autoexigencia nos juega malas pasadas. A veces, demostrar que no hace falta que todo pase por Barcelona o las grandes capitales reclama un dinamismo desgastante y tiene un alto precio.

Radio Vilablareix es la única emisora que emite toda su programación en catalán y acaba de recibir el VII Premi Llengua Nacional

Uno de los signos de identidad de Radio Vilablareix son las entrevistas. Durante esta última década ha hecho más de 3.000 a personalidades diversas de los Paísos Catalans pertenecientes al mundo de la música, la política, la ciencia, el periodismo, el teatro, la literatura, la docencia, el deporte... Tienen una particularidad que las diferencia: son presenciales. Siempre. El teléfono es demasiado frío y falso. Los invitados tienen que ir físicamente a sus estudios, situados en la calle Perelló, junto a la céntrica plaza del mismo nombre. Una plaza con bancos de madera donde, de vez en cuando, la gente del pueblo saca la nariz y se sienta para ver pasar la cara conocida del día y quizás, con un poco de suerte, hacerse una fotografía. Dídac es persistente y cuida las entrevistas hasta el más mínimo detalle para que el invitado se sienta a gusto. Sabe escuchar y suele preparar alguna sorpresa en forma de saludo de alguna persona querida por el protagonista. Son conversaciones reposadas, intemporales, de aquellas que se tienen en el bar del pueblo entre amigos.

Y aunque disfrutar de esta numerosa audiencia es, probablemente, el mejor reconocimiento, la semana pasada toda esta tarea ingente tuvo otra recompensa: el VII Premio Lengua Nacional, un certamen convocado por la entidad homónima. Fundada en 1991, se trata de otra de aquellas asociaciones vitales, que, desde el activismo y el conocimiento, defiende la unidad del catalán y vela por el uso de un lenguaje genuino, defendiendo también la riqueza dialectal. Este año, el proyecto de radio municipal de este pueblo junto a Girona ha sido el galardonado. De hecho, los dos, otorgante y ganador, dignifican y dan valor al concepto de nación. Cuando hoy el incansable Dídac Romagós se ponga delante del micrófono y de cuerda a una nueva jornada desde su pequeño templo, volverá a hacer posible el milagro, demostrándonos que se puede vivir plenamente en el idioma de nuestro país pequeño.