La Ley 18/1987 declara el 12 de octubre "Fiesta Nacional de España". En la exposición de motivos explica que esta fecha "simboliza la efeméride histórica en que España, a punto de confluir un proceso de construcción del Estado (...) inicia un periodo de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos". Quizás por eso el diario ABC ha publicado que "el español", segunda lengua de comunicación internacional, es el "petróleo" de España.
A pesar de que el paso de más de quinientos años ha ido diluyendo la idea del imperio todopoderoso ―y ya hace algunos siglos que por suerte en él se pone el sol―, el desprecio por el que es diferente y por el valor de su vida perdura, y se suma al sentimiento insoportable de superioridad del conquistador y al derecho autootorgado por el aniquilamiento de la cultura, lengua y tradiciones de los conquistados. De hecho, lo que se inició en América por parte de los conquistadores españoles a partir de 1492 encabeza la lista de genocidios de la edad moderna. Y su espíritu sigue vigente en los reductos más oscuros de los herederos de los Reyes Católicos.
Quedan muchos hilos por tirar del 12 de Octubre y de toda la ideología que lo rodea y que no nos son ajenos. El profesor Stephen G. H. Roberts de la Universidad de Nottingham, investigador del tema de la Hispanidad, defiende la tesis de que también Unamuno entendía la creación de la identidad hispana como un proyecto a largo plazo basado en el papel primordial de la lengua. Y que fue Ramiro de Maeztu, ideólogo destacado del autoritarismo, el que justificó la influencia del Reino de España en el "Nuevo Mundo" con la "misión histórica" incomparable de ir incorporando "las razas aborígenes a la civilización cristiana"... Maeztu no sabía, como dijeron el genetista Luigi Luca Cavalli-Sforza y su compañera Mary-Claire King, que "el racismo es una antigua lacra de la humanidad", y que solamente hay una raza: la humana.
Maeztu no sabía, como dijeron el genetista Luigi Luca Cavalli-Sforza y su compañera Mary-Claire King, que "el racismo es una antigua lacra de la humanidad", y que solamente hay una raza: la humana
Si volvemos a Roberts, seguiremos comprendiendo las connotaciones ultras de la idea de Hispanidad con la afirmación hecha en Buenos Aires en 1934 por el arzobispo de Toledo Isidro Gomá y Tomás en el sentido de que "América es la obra de España" y esta obra es, esencialmente, el catolicismo. Para el profesor de Nottingham, Gomá "ofrece el vínculo directo entre Maeztu y la ideología que formaría posteriormente la base del régimen franquista" al vincular hispanidad y catolicismo. Finalmente, Paul Preston lo llevaría a nuestro pasado inmediato: "La visión más o menos racista que relaciona la Guerra Civil con el espíritu de Cruzada de las guerras entre cristianos y moros y el imperialismo evangélico de la conquista de América la tendría que sufrir la sociedad española con intensidad variable durante más de veinte años bajo el lema de la Hispanidad". Y aunque Preston no lo diga, lo seguimos sufriendo. Porque todavía se puede escuchar entre los ultras más encendidos que si no hubiera sido por la "gesta" del "descubrimiento de América", en aquel continente seguirían utilizando el taparrabos como única vestimenta... Sin que se den cuenta de que esta frase solamente puede construirse en un cerebro que no ha superado el taparrabos para esconder sus propias vergüenzas.
Para el antropólogo Manuel Delgado, la celebración como festividad nacional de un genocidio es la punta del iceberg de un "sistema estructuralmente racista" que legitima la violencia en una tergiversación interesada del relato histórico. Y hacemos nuestras sus preguntas: "¿Por qué todavía ahora hablamos de descubrimiento de América y no de conquista o genocidio?". Seguramente porque vivimos más en una representación falsa de la realidad de la que cuesta salir. Todos los sistemas que dan sustentación a la legitimidad monárquica y autoritaria están al servicio del mito. Y como diría Toni Morrison, el lenguaje no sólo representa la violencia: el lenguaje puede ser, en sí mismo, violencia.
Aun así, a cada día que pasa, ni la Ley 18/1987 ni su intencionalidad consiguen reunir más consenso. De hecho, sería otro ejemplo de consenso menguante a medida que aumenta la reflexión histórica colectiva y se destruyen todas las atalayas de arena del viejo espíritu imperial. Así, para el presidente de México, Manuel López Obrador, la "conquista o descubrimiento" fue de hecho una "invasión", y reclama, sin demasiado éxito por ahora, que el Reino de España pida perdón a los pueblos indígenas. Y en un documental sobre el 12 de octubre de la productora de cine independiente Metromuster, ya desaparecida, se afirmaba que el 1492 marca el inicio del racismo moderno. Su análisis tiene buenos y sólidos fundamentos, como podéis comprobar vosotros mismos:
Por lo tanto, es una reliquia bárbara que el 12 de Octubre todavía se considere una festividad. En este día, para las personas demócratas y respetuosas de los derechos humanos, no hay nada que celebrar. Porque, a cada año que pasa, sabemos más y tenemos nuevas pruebas de los estragos de un racismo antiguo e impune.