Tal día como hoy del año 1912, hace 112 años, en Madrid. José Canalejas Méndez (Ferrol, 1854), en aquel momento líder del Partido Liberal y presidente del Gobierno; era asesinado en un atentado terrorista. Aquel atentado se produjo a primera hora de la mañana, en la esquina de las calles Puerta del Sol y Carretas; cuando el presidente —que transitaba sin ninguna medida de seguridad— se detuvo a mirar el escaparate de la Librería San Martín, actualmente desaparecida. En aquel momento lo abordó el militante anarquista Manuel Pardiñas Serrano (El Grado, Aragón, 1886) y le disparó varios tiros a bocajarro, causándole la muerte enseguida. Pardiñas, oficialmente, se suicidaría pocos minutos después cuando se vio rodeado por la policía.

Canalejas era presidente del gobierno desde las elecciones generales del 8 de mayo de 1910, que habían dado la victoria al Partido Liberal (215 diputados sobre los 404 posibles de la cámara legislativa) y, desde que gobernaba, había desplegado una actividad política revolucionaria. Había legislado para acabar con el fenómeno del caciquismo (la compra y la manipulación de votos) que impulsaba las lacras del "turnismo" (el relevo pactado y sistemático liberales-conservadores en el gobierno) y de los "diputados cuneros" (candidatos designados por el poder que no tenían ninguna relación con la circunscripción por la que se presentaban y que cambiaban de partido —liberal a conservador o a la inversa— cada vez que se convocaban elecciones).

Canalejas también abordó la famosa "cuestión catalana" (la Lliga Regionalista, fundada en 1901, ya era el partido hegemónico en Catalunya; y Francesc Macià, líder del catalanismo republicano, ya asomaba la nariz por las Cortes españolas). Canalejas pactó con Enric Prat de la Riba (líder la Lliga y, en aquel momento, presidente de la Diputació de Barcelona), la constitución de la Mancomunitat de Catalunya, como un organismo descentralizado que reuniría las cuatro diputaciones provinciales catalanas y que asumiría la gestión de una serie de competencias públicas. El asesinato de Canalejas sumió el partido liberal en una lucha intestina por el liderazgo. Y detuvo la constitución de la Mancomunitat hasta las nuevas elecciones generales de 1914.