Las dos mayores sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis) de España, Merlin y Colonial, amenazan con marcharse del país si se aprueba el plan fiscal acordado entre el PSOE y Sumar. El lunes, las dos formaciones pactaron "suprimir" el régimen fiscal especial de estas empresas, por el que tributan solo al 1% en el impuesto de sociedades, que es del 25% para el resto. Según los dos partidos, esta ventaja fiscal no ha servido para mejorar la oferta de viviendas. Merlin y Colonial son las dos únicas socimis que cotizan en el Ibex-35 y se dedican fundamentalmente a comprar activos inmobiliarios, como pisos, oficinas o centros comerciales, para alquilar los espacios a inquilinos, empresas o tiendas a cambio de una renta, sin tener que pagar impuestos sobre los beneficios que reparten a sus accionistas.
Merlin y Colonial tributan solo al 1% en el impuesto de sociedades, que es del 25% para el resto
Con el PSOE y Sumar no basta para convalidar la enmienda que acabe con el régimen actual. Para ello también necesitan a Junts y al PNV, que son las dos formaciones a las que, básicamente, se presiona con el chantaje de marcharse, para repetir la jugada del impuesto a las energéticas. Y utilizan un argumento parecido: hay inversiones importantes en juego en Catalunya y el País Vasco. En el caso de Colonial, liderada por Juan José Brugera y Pere Viñolas, ya trasladó su sede social de Barcelona a Madrid durante el procés, pero sigue teniendo una actividad importante en Catalunya, especialmente de oficinas. Brugera asegura que el cambio normativo convertirá España en "territorio prohibido" para la inversión internacional.
Ignoro el efecto recaudatorio que tendría la medida si se aprobara. Sí que conozco, en cambio, el efecto recaudatorio que tienen las distintas administraciones sobre los empleados y los autónomos de la clase media. Y estoy seguro de que también han pensado todos en largarse alguna vez. Y también conozco que la recaudación de las distintas administraciones debería tener como efecto prestar servicios a los ciudadanos y que, por ejemplo, no tengamos que comprar palas y escobas para València.
Así que si Merlin y Colonial amenazan con largarse, más allá de su insolidaridad, bueno, pues molt bé, pues adiós. A ver si su puesto lo ocupan otros que, con un poco de suerte, quizás creen riqueza y paguen impuestos.