¿El chocolate es un sucedáneo del sexo? Sí. Y hasta aquí el artículo de hoy. Es broma, lo que en realidad quería decir es que el chocolate siempre me apetece y nunca le haría un feo a alguien que me lo ofreciera. Ahora hablando en serio, cada uno entiende el sexo de una manera diferente, tantas cabezas tantas fantasías; por lo tanto, si nos basamos en esta lógica, no todo el mundo debe utilizar el mismo sustitutivo (aunque el chocolate seguro que subiría al podio de los vencedores). Aun así, me atrevería a decir que nada puede ser un sustitutivo de nada. Pueden parecerse, como los sinónimos, pero nunca será exactamente lo mismo; y esto provocará que siempre haya una sombra de decepción merodeando por nuestro inconsciente. Cuando quieres algo, quieres exactamente esa cosa; un sustitutivo es tan solo un intento de compensar lo que quieres y que no puedes tener. Así pues, puede ser temporal —para distraerte mientras esperas a que llegue lo que deseas, como un parche momentáneo—, pero tenemos que ser conscientes de que tarde o temprano necesitaremos lo que realmente deseamos y que el sustitutivo nos parecerá insuficiente. Os pondré un ejemplo para que se entienda mejor lo que intento transmitiros: es como si tienes muchas ganas de comer un plato de macarrones y te traen un plato de verdura. Alimentarte, te alimentará (y quizás más aún), pero no te lo pasarás tan bien como con un plato de macarrones con salsa de tomate de la abuela y queso parmesano fundido por encima. Tarde o temprano buscarás los macarrones por algún sitio. Ya sé que hay gente que le gusta mucho la verdura (los famosos amantes de la verdura), pero ahora estoy hablando de personas que sueñan noche y día en platos de macarrones.
Nada puede ser un sustitutivo de nada, pueden parecerse, pero nunca será exactamente lo mismo; y esto provocará que siempre haya una sombra de decepción merodeando por nuestro inconsciente
Esto no impide que haya gente que NECESITE (y lo escribo en mayúsculas) creer que el chocolate es un sustitutivo del sexo que funciona; sea porque no ha encontrado a nadie con quien disfrutar del sexo, sea porque le da miedo experimentar nuevas sensaciones con el propio cuerpo o porque tiene un bloqueo emocional que no le permite sentir una sensación tan maravillosa como es el sexo compartido con respeto y libertad. Todo el mundo es libre de crearse las ilusiones que quiera y de mentirse lo que haga falta para salir adelante. Todos lo hemos hecho en algún momento de nuestras vidas. También hay gente que te dirá que no necesita el sexo, que para ellos no es importante ni necesario para vivir. Parémonos aquí un momento, necesito dar mi opinión. No lo veo claro, el sexo son muchas cosas: es contacto, es compartir, es liberarse, es quemar calorías y mala leche, es conocerse..., en definitiva, es tocar el cielo. ¿Sabéis cuántas guerras se acabarían si la gente estuviera satisfecha sexualmente? No hay nadie que haya tenido una relación sexual satisfactoria y que acto seguido se haya vuelto violento. De hecho, diría que eres mucho más agresivo si no tienes relaciones sexuales o si las que tienes no son satisfactorias. El sexo es un antídoto para todo; te lo dirá cualquier médico. Aun así, nadie se lo toma en serio. Creo que debería entrar por la Seguridad Social. Lo digo muy en serio. Esto y el contacto con animales para humanizarnos un poco más.
Pero volvamos al chocolate (que siempre apetece), si decidís coméroslo (qué bonitos son los pronombres débiles cuando van cogidos de la mano, ¿verdad?), sobre todo que tenga, como mínimo, un 90% de cacao, porque, si no, no solo sentiréis que no está a la altura del sexo y que os han estafado, sino que también os saldrán caries y tendréis diabetes.