El principal asesor de Donald Trump es un señor de nombre Peter Navarro que basa sus ideas en un economista inventado, que es él mismo, y a quien Elon Musk ha llamado idiota, lo que ha llevado a la portavoz de la Casa Blanca a admitir que ambos se comportan como los niños, mientras su jefe le dice al mundo que ya le pueden besar el culo. Nadie al volante.

Detallamos. Elon Musk le ha dicho concretamente al asesor de Comercio del presidente de los Estados Unidos que es un "tarado" y "más tonto que un saco de ladrillos". Resulta que Navarro había criticado la fabricación de los vehículos eléctricos Tesla y despreciado, por tanto, el trabajo del magnate de origen sudafricano, líder del supuesto Departamento de Eficiencia Gubernamental, porque según Navarro, Musk no es "un fabricante de automóviles", sino "un montador de automóviles".

El asesor hacía referencia así a que los componentes de los vehículos Tesla provienen de diferentes partes del mundo, como China y Japón. Por lo que el magnate es contrario a los aranceles, ya que, obviamente, desea "los componentes (mecánicos) extranjeros baratos"; mientras que la Administración Trump aspira a que los automóviles se fabriquen íntegramente en el país.

Ron Vara es el anagrama de Navarro, el economista que se inventó el asesor del hombre de color naranja para reforzar sus argumentos

Musk ha respondido a las declaraciones de Navarro con los calificativos mencionados y ha añadido que "Tesla tiene la mayoría de los vehículos fabricados en EUA, Ron Vara". Ron Vara es el anagrama de Navarro, el economista que se inventó el asesor del hombre de color naranja para reforzar sus argumentos.

Bien, el caso es que, como decía, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha sido preguntada por esta cuestión y ha dicho que no lo considera incompetencia, descoordinación ni caos, sino un ejercicio de "transparencia". Pero, ha añadido, y esto es lo que me parece más interesante, que "los chicos son chicos y dejaremos que su enfrentamiento público continúe".

¿Los chicos son chicos? ¿O quería decir niños?, me he preguntado. Y no, dijo “boys will be boys”. Los chicos. No los niños. No “children will be children”. Esto significa que la portavoz de la Casa blanca considera que los hombres, no las mujeres, son básicamente unos inmaduros.

Y, mira, no conozco a la tal Karoline Leavitt, ni pienso buscar ningún estudio que lo confirme, pero tengo que darle la razón. Punto. Y, si no, que se lo pregunten a Yolanda Díaz.