"El CNI compró el silencio de Bárbara Rey, amante de Juan Carlos I, con fondos reservados en Luxemburgo".
Este es el gran titular que este martes publica OKDiario, el medio digital de Eduardo Inda. Veremos si los programas de TV encienden más el tema, pero de momento la reacción ha sido moderada, sobre todo porque la cuestión es antigua. La diferencia es que ahora se presentan unos documentos bancarios que probarían lo que toda la vida se había dicho y publicado.
La de hoy se trata de una pieza de Manuel Cerdán, que cuando estaba en El Mundo firmó varias exclusivas de los llamados "periodismo de investigación". Le resumo la información: El CNI ingresó los años 1996 y 1997 tres millones de euros (500 millones de pesetas de la época) en una cuenta de la actriz Bárbara Rey en Luxemburgo. A cambio, ella no explicaría nada de su relación con el entonces Rey español ni filtraría ninguno de los vídeos privados donde aparecían los dos ("privados" quiere decir en la cama). Puestos en contacto con la actriz, ella les ha negado haber abierto ninguna cuenta y, después de decir que no sabe nada, que prefiere estar callada y que no quiere meterse en problemas", ha explicado que en aquellas fechas se reunió con un agente del entonces CESID (actual CNI), enviado por un amigo íntimo de Juan Carlos, que le propuso silencio a cambio de dinero (vaya, para no saber nada ni querer hablar...). Entonces es cuando el diario añade que sabe de fuentes directas de los servicios secretos que la reunión la hicieron en la cafetería Riofrio de Madrid (que, por cierto, había estado situada en la calle Génova, a pocos metros de la actual sede del PP) y que, a cambio del dinero pactado, ella se comprometía a entregarle un maletín con cintas de audio y de vídeo que había grabado durante la relación de 20 años con su majestad y que guardaba en la famosa caja fuerte de su casa.
Pero, como ha quedado escrito un par de párrafos más arriba, el tema es viejo. Le resumo lo que se publicó aquellos días en varios medios.
6 de junio de 1997. Todavía no se había levantado la censura sobre las amantes del monarca pero algunos medios publican que Bárbara Rey se había presentado en una comisaría para denunciar el robo de "varias fotografías y diapositivas con una de las personas más importantes del país" (las famosas cintas ya citadas). También publican que ella acusaba a Manuel Prado y Colón de Carvajal (amigo íntimo del Rey) de estar detrás del robo, que se había reunido con Mario Conde para hablar del tema y que el periodista Antonio Herrero, entonces periodista estrella de la COPE y vecino de la actriz, estaba al corriente de todo.
Y entonces llega el día 26 de junio y el famoso programa "Tombola" del Canal 9 (que también emitían por Telemadrid). Jesús Mariñas, polémico periodista y amigo de la actriz, explica todos los detalles del caso y ella llama al programa para confirmarlo y dice que la han amenazado, que la han presionado, que tiene la casa llena de micrófonos y que "sólo había dado cariño a quien lo necesitaba". La bomba había estallado y una semana después se anuncia la presencia de la actriz en plató. Ella viaja a València, pero instantes antes de la emisión en directo, el programa recibe "órdenes superiores" que prohiben la aparición. Cuándo le comunican la noticia, Bárbara Rey se amotina y se niega a salir del plató. Al final consiguen echarla mientras ella grita por los pasillos que lo explicará todo de su relación con el Rei. Parece ser, sin embargo, que le pagaron los dos millones de pesetas firmados en el contrato. Y pasó el tiempo y nunca más se oyó hablar ni de la denuncia, ni de la relación, ni de nada. Dos años después, Canal 9 fichaba a Bárbara Rey para presentar un programa de cocina.
Era la época en que se decía que Aznar, ya presidente, había decidido acabar con los pagos a la actriz, cosa que coincidiría con las fechas de los pagos aparecidos hoy.
Era cuando el periodista José García Abad empezó a hablar de pagos de fondos reservados a varias amantes reales y que empezó a circular que Marta Gayà, diseñadora catalana residente en Mallorca, era "la amiga especial" del Rey.
Posteriormente, todo eso se ha documentado y se ha ampliado en varios libros como el de Andrew Morton o Pilar Eyre.
Bien, después del repaso, ¿qué tal si nos hacemos unas preguntas sobre la aparición de esta noticia, precisamente ahora? Si, como ya ha quedado demostrado, no es nueva y, teniendo en cuenta que las cosas, sobre todo estas, nunca pasan por casualidad, ¿por qué sale ahora? ¿Qué objetivo tiene? ¿Qué hay detrás? ¿Qué se busca?
¿Los papeles que probarían los ingresos son ciertos o son falsos, como los de la famosa cuenta de Xavier Trias en Suiza? Y la gran pregunta, precisamente relacionada con el caso Trias: ¿de dónde salen estos documentos? Alguien con muy mala idea podría pensar que son el acompañamiento, las patatitas, del entrecot Trias-Pujol-Mas-Junqueras. Cuando se buscaban pruebas contra ellos para cargarse el Procés (la famosa Operación Catalunya), los servicios secretos españoles compraron (con fondos reservados) a gente que la tenía en venta información de bancos que operan en paraísos fiscales. Una parte era cierta. Otra, como la relativa a Trias, era falsa. No sea caso que por allí en medio no aparecieran estas presuntas cuentas de Bárbara Rey y también las de otras personas. Y no sea caso que los próximos días no vayamos probando el resto de patatitas que estaban debajo de la carne...
Y sobre todo de los sobre todos, no sea caso que algún día aparezcan los vídeos que estaban en aquella famosa caja fuerte y que alguien debe tener. El original y las posibles copias.