Ser catalán no significa que vayas todo el día con chirucas y con una guitarra colgada en la espalda cantando canciones de Xesco Boix. Ser catalán tampoco es que te gusten los caracoles a la llauna y los calçots. Ser catalán tampoco es que te guste bailar sardanas y tengas ocho apellidos catalanes. Ser catalán tampoco es que hables con acento de Olot. Y me paro, que, cuando me animo, no tengo freno. No, ser catalán es algo muy distinto. Ser catalán significa que te identificas con la cultura catalana y que hablas alguna de las lenguas propias de Catalunya, es decir: el catalán y/o aranés. Ahora, seguramente, la mayoría de vosotros os debéis estar preguntando: ¿puede ser catalán alguien que no habla catalán? La pregunta, en sí misma, ya suena ridícula, pero bueno, os contestaré igualmente. Legalmente, sí, pero emocionalmente, a mi juicio, tiene de catalán lo que yo de hawaiana. Alguien que vive en un territorio y no habla la lengua de ese territorio, se podría pensar, en primer lugar, que es un maleducado (por más excusas que ponga para justificar por qué no habla la lengua del territorio donde vive) y, en segundo lugar, que es irrespetuoso porque rechaza la cultura y la lengua del territorio que le ha acogido, y eso, quieras que no, podría parecer una falta de respeto a toda la gente que forma parte de esa comunidad cultural y lingüística. Es feo. Ahora, todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiera, faltaría más. Pero es feo.
Defender nuestros derechos culturales y lingüísticos y decir en voz alta que el catalán es una lengua que debería tener los mismos derechos que cualquier otra lengua del mundo, no es hacerse la víctima, es tener autoestima y no dejarse pisotear
Imaginaos, por un momento, que un inglés o una inglesa o une inglese (una persona que es natural de Inglaterra) nos dijera que no habla inglés. ¿Verdad que pensaríamos que nos está tomando el pelo? Pero, en cambio, si un catalán no habla catalán, no pasa nada, es catalán igualmente. ¿Veis la incongruencia? Siempre hay gente con mala fe que tiene ganas de despreciar culturas, pero prefiero no hablar de esta gente porque tendríamos que entrar en su historia familiar y no me apetece mucho ponerme a tocar temas tan complejos.
Tampoco hace falta hacerse la víctima y llorar todo el día, porque, digámoslo todo, en Catalunya, como en el resto de países y territorios del mundo, también hay gente que se hace la víctima y que se hace muy pesada. Pero defender nuestros derechos culturales y lingüísticos y decir en voz alta que el catalán es una lengua que debería tener los mismos derechos que cualquier otra lengua del mundo, no es hacerse la víctima, es tener autoestima y no dejarse pisotear. También os diré que hay lenguas mucho más maltratadas que el catalán, pero no por eso debemos dejar de luchar por nuestra lengua, que, al fin y al cabo, es nuestra identidad y, por lo tanto, perderla equivale a perder nuestra identidad como pueblo.
Pero volvamos donde estábamos: ¿eres catalán? Vámonos hasta España para intentar responder a esta pregunta. Para ser español debes saber hablar, escribir y leer en castellano y pasar un examen para corroborarlo. Entonces, mi pregunta es muy sencilla, ¿por qué en Catalunya no se pide que todo el que quiera ser catalán hable, escriba y lea bien en catalán? Dejaré la pregunta abierta para que pensemos todos juntos.
Y ahora os dejo un pequeño vídeo para entender un poco mejor la situación actual de Catalunya.
Hasta el próximo jueves.