ERC ha asegurado esta semana que se está gestando un bloque en Madrid formado por el PP, Vox y Junts. Todo por la decisión de Junts de tumbar la tramitación de la ley que regulaba los contratos de alquiler temporal. Se ha hablado mucho sobre la decisión de Junts y poco sobre el hecho de que ERC sitúe Junts al mismo nivel que PP y Vox. Más que nada porque, supongo que sin darse cuenta de ello, ERC se ha autorrebajado la capacidad negociadora con el PSOE. Me explico: Junts, PP y Vox votaron no a la tramitación de esta ley, pero los motivos por los cuales la rechazaron son muy diferentes entre sí. Sin ir más lejos, Junts argumentó que el texto actual supone una invasión de competencias de la Generalitat y no me imagino a Santiago Abascal muy preocupado por esta circunstancia, de la misma manera que no me imagino la dirección de Junts decidiendo en una reunión que ahora irán cogidos de la mano de PP y Vox. El resultado final, sin embargo, fue que —efectivamente— la tramitación de la ley fue rechazada y fue entonces cuando ERC puso en el mismo saco las tres formaciones. Y aquí está el elemento clave: ¿el día que ERC tumbe los presupuestos generales del Estado porque no están de acuerdo, aquel día ERC formará parte del bloque PP-Vox? No hago ningún espóiler al anunciar que PP y Vox votarán no a estas cuentas, porque está escrito en el manual de todo partido de oposición. El PSOE y Sumar votarán sí, porque están en el gobierno, y a partir de aquí, se espera que el resto de formaciones decida en función de qué se negocie partido a partido.

¿Si ERC vota no a los presupuestos del Estado, también formará parte del bloque PP-Vox?

Si ERC votara no a los presupuestos del Estado, ERC lo argumentaría diciendo que lo hace por motivos meramente políticos. Pero si esto ocurriera, la crítica a los republicanos ya está hecha y se la habrán hecho ellos mismos: se trata de ir a la hemeroteca de esta semana y recordar que, por votar no, automáticamente quedas en el mismo bloque que PP y Vox. Es evidente que esta idea, alimentada por la retórica de los partidos de izquierda, pesa mucho sobre ERC. Pero entonces eso rebaja, si no anula, cualquier capacidad de negociación con el PSOE. ¿Es decir, si por miedo a que te pongan en el mismo bloque que PP y Vox votas lo contrario de estas dos formaciones, qué precio tiene aquello que negocias? Si el PSOE ya sabe previamente que a ERC le da pánico político ver a Gabriel Rufián, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal levantando la mano con idéntico sentido del voto, los socialistas se sentarán en la mesa de negociación con el trabajo hecho. ¿Qué negociarán entonces? Por el contrario, si te sacas las manías y los complejos de encima y te da igual quién vota lo mismo que tú, tu voto será incierto y el Gobierno tendrá que arremangarse para arrancar tu sí. Y si a lo largo de los meses has ido demostrando que votas punto a punto, ley a ley, con independencia de si de manera interesada te colocan en un bloque u otro, el valor de tu voto cotizará al alza.

Después del no de Junts, el PSOE se ha apresurado a anunciar una reunión en Suiza

Como prueba de eso solo hace falta ver como, después del no de Junts a la votación del alquiler, el PSOE se ha apresurado a anunciar que una delegación irá a Suiza a reanudar las negociaciones con la formación de Carles Puigdemont. Sobre la mesa hay cuestiones muy profundas, y por lo que sé, la gestión de la inmigración que llega a Catalunya es un punto muy importante en esta tanda de negociaciones, sin menospreciar el resto de la agenda pactada en el acuerdo de Bruselas. Que yo sepa, el PSOE no ha reiniciado nada con ERC y eso que ahora viene una etapa del calendario político marcada por la negociación de los presupuestos del Estado. Por cierto, ERC no ha situado al PNV en el bloque PP-Vox, aunque unas horas antes del tema de los alquileres, las tres formaciones votaron sí a reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela. Y, no nos engañamos, la votación sobre Venezuela también tenía un componente ideológico claro. Y no creo que nadie en la sede central del PNV en Bilbao estuviera pensando en si quedaban enmarcados aquí o allí. Es más, el PNV sí que se ha tenido que comer algún sapo en Madrid porque, de vez en cuando, el PSOE le recuerda que si mantiene la lehendakaritza en Vitoria, es gracias a los socialistas. En Catalunya es justamente a la inversa, si el PSC gobierna, es gracias a ERC.

Hay otro bloque posible: ERC y Junts suman 14 diputados indispensables e inaplazables para cualquier votación del PSOE

Si ERC es capaz de desprenderse del fantasma estético de votar lo mismo que PP y Vox, su fuerza negociadora aumentará y, de hecho, si se suman los votos de sus siete diputados a los siete de Junts, el bloque que se formará será otro. Hay otro bloque posible: el independentista. Actualmente, el PSOE y Sumar tienen 152 diputados. Eso quiere decir que el Gobierno siempre tendrá que reunir 24 votos más para llegar a la mayoría absoluta (176) o cuando menos, conseguir 19 más (y llegar a los 171) que superen la suma de PP y Vox (170). Eso sí, en este segundo caso —el de la mayoría simple— también tendrá que procurar que el resto de partidos se abstengan. ERC y Junts suman 14 diputados. La fuerza, pues, es crucial, indispensable, inaplazable e inevitable. Ayer sábado, Marta Rovira dijo que “hay que repensar ERC pensando en el país y no en el partido”. Por lo tanto, ahora que ERC y Junts están a las puertas de sus congresos, una manera de “pensar en el país” es que no duela ver los cuadraditos rojos del NO en alguna votación contraria a la voluntad del PSOE. Y más si, desde el principio, se deja claro que el argumento para dar apoyo o rechazar un texto es, simplemente, si aquello favorece la vida de los catalanes.