¿Un acuerdo aislado? ¿Un pacto puntual? ¿El prólogo de lo que veremos? ¿El deshielo? Pronto lo sabremos. Pero todo indica que en esta XII Legislatura que arranca ahora veremos cosas no vistas desde hace tiempo en la acción política de la derecha española. Y no hablamos del pacto con Ciudadanos a cambio de una vicepresidencia y una secretaría en la Mesa del Congreso. Hagan como que no recuerdan las promesas de Albert Rivera: el no a Rajoy; el no al PP; el no a intercambiar sillas por programas; el que hubiera una presidencia del Congreso de color político distinto al de la primera fuerza…
A estas alturas ya sabíamos que al líder de los naranjas no le dura una solemne afirmación más de 48 horas; también, que se encontraría de un modo u otro con el PP. Para eso comparten espacio ideológico. Al fin y a la postre lo antinatural fue el pacto que firmó, a modo de Tratado de Versalles, con Pedro Sánchez. Así que lo reseñable del día de ayer no fue que naranjas y azules convergieran, sino que el PP diera los primeros pasos para el deshielo de su relación con los independentistas catalanes.
Ya hemos aprendido que si el PP pacta con quienes quieren romper España es por el bien común. Si lo hace el PSOE, es que la izquierda española da alas al soberanismo y está dispuesta a entregarles hasta las llaves de La Moncloa. ¿Recuerdan la cesión de cuatro senadores socialistas a ERC para que DiL y ERC tuvieran grupo propio? Ríos de tinta corrieron, con razones o sin ellas. Pues la abstención de los nacionalistas catalanes y vascos que facilitó la presidencia de Pastor en el Congreso tiene pinta que ha sido a cambio de que CDC tenga grupo en la Cámara Baja. Lo veremos como hemos visto al PNV con un puesto en la Mesa sin que le correspondiera.
Sobre el misterio que rodea la votación para designar a los vicepresidentes del Congreso, mejor no hablemos porque nadie dirá la verdad sobre la procedencia de los 10 votos más de los previstos. Las cuentas no cuadran y todo el mundo señala ya a los nacionalistas catalanes. Blanco y en botella.
La abstención de los nacionalistas catalanes y vascos que facilitó la presidencia de Pastor en el Congreso tiene pinta que ha sido a cambio de que CDC tenga grupo en la Cámara Baja
Lo visto en la sesión constitutiva de la XII Legislatura parece un ensayo de lo que habrá en la investidura. ¿Rajoy investido con la abstención de los independentistas catalanes y el “sí” de los de Rivera? Todo depende de si Rivera vira al “sí” . En política “nunca” es en unos días. Y lo del replicante Roy Batty en la mítica Blade Runner se quedará corto para lo que veremos en la derecha española. ¿Recuerdan? Cosas que no creerían; atacar naves en llamas más allá de Orión; rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser… El deshielo, ha empezado el deshielo. Y no está mal que PP y nacionalismo catalán empiecen a reconstruir los puentes que ambos dinamitaron. Si de todo esto sale una salida para el encaje de Catalunya en España, bienvenido sea.