El próximo día 7 de septiembre, Apple probablemente anunciará el nuevo iPhone 14 con una cámara de 48Mpx y con capacidades de fotografía computacional muy superiores a cualquier otra cámara del mercado. No es más que el último clavo en el ataúd de las cámaras semiprofesionales. De hecho, no es nada nuevo, hace mucho tiempo que se ve venir...
Mi experiencia es la de todos. Haces fotos, pero su destino es colgarlas en Instagram, enviarlas por WhatsApp o email… y si intentas hacerlo con una cámara normal es realmente costoso, complicado y el resultado suele ser peor o igual que si lo haces con un smartphone. ¡Otra vez, la sencillez y la comodidad ganan!
Hace muchos años que hay expertos que opinan que los fabricantes de cámaras deben dejar sus sistemas operativos y menús supercomplicados y abrazar los de los smartphones como Android. Deben utilizar los algoritmos de fotografía computacional que utilizan los smartphones y permitir filtros y edición a posteriori y envío a las redes con apps en la cámara. Ahora bien, nada de esto ha ocurrido y finalmente ahora el fin es probablemente inevitable.
Este es un caso de manual de innovación disruptiva, igual que los televisores LCD, las cámaras de film, los discos duros, los CD... Una de las características de la innovación disruptiva que conceptualizó Clayton Christensen es que se trata de un proceso lento que dura muchos años y del que todo el mundo conoce y predice con certeza cuál será el final. Sin embargo, industrias como Kodak, que inventaron la fotografía digital, o Nokia, que desarrolló el primer prototipo de smartphone... ¡desaparecen!
El porqué se debe a verse atrapadas en un mercado cada vez más pequeño y cada vez más competitivo, sin márgenes grandes para innovar. Un mercado feroz con márgenes progresivamente decrecientes y con fecha de caducidad.
Pensábamos que habíamos aprendido mucho de cómo gestionar las disrupciones tecnológicas y que no volveríamos a ver ninguna más. Parece que estábamos equivocados...
¡No es esta la única que viviremos! Las disrupciones tecnológicas también ocurren cuando el producto inferior se hace fuerte en un mercado cautivo. Este es el caso de los coches eléctricos en China, el mercado más grande del mundo de vehículos eléctricos… ¿Quién vende coches eléctricos en China?
Los fabricantes chinos y Tesla. Los fabricantes chinos están usando su mercado como campo de aprendizaje, y tener un competidor como Tesla en la gama alta, les ayuda. De nuevo, aprender localmente para competir globalmente. La próxima disrupción que todo el mundo ve, si quiere mirar, está servida...