El veterano exsecretario de estado americano Henry Kissinger, una vez más, ha tratado aproximar a las dos superpotencias, China y los EE.UU., cuyos líderes mantuvieron un diálogo virtual el lunes.
El encuentro se mantuvo en un tono conciliador, aunque hubo áreas de desacuerdo, principalmente sobre Taiwan. Xi dijo que los defensores de la independencia taiwanesa se arriesgan ante las medidas drásticas por parte de Pekín. Este punto y las armas nucleares centraron la importante discusión.
El toma y daca de los dos presidentes, dijo Kissinger, significa que "estamos a través del paso de la montaña, un precipicio en el que se puede mirar en ambas direcciones". "Y el ahora depende de la dirección que se elige".
"Ahora ―remachó el diplomático―, tienen que ser seguidas por discusiones concretas, como la estabilidad estratégica".
Xi Jingping se mostró dispuesto a colaborar en "seguridad y tecnología", algo muy importante de cara la Cuarta Revolución Industrial.
El vicepresidente chino, Qishan Wang, instó a "trabajar juntos para impulsar el crecimiento". "China ―exclamó― no puede desarrollarse lejos del mundo y el mundo no puede desarrollarse sin China".
Mientras viva Kissinger (tiene 98 años), las cosas no pasarán a mayores, él es el garante de la paz
En un encuentro internacional paralelo organizado por Bloomberg, el exsecretario del Tesoro americano, Hank Paulson, dijo: "Necesitamos más certeza sobre cómo competirán EE.UU. y China, dónde vamos a cooperar y cómo vamos a manejar las discrepancias".
Y aquí hemos visto que ambas capitales (Pekín y Washington) entran en terreno resbaladizo.
Por ejemplo, China está acelerando los planes para reemplazar la tecnología americana y extranjera poniendo en marcha una organización cuasi secreta, conocida como Xinchuang, en chino. El organismo, respaldado por el gobierno con la finalidad de examinar y aprobar a los proveedores en áreas sensibles, desde la nube hasta los semiconductores. La existencia de Xinchuang es probable que provoque tensiones posteriores a la primera cumbre virtual.
También las tensiones entre las dos potencias fueron evidentes cuando la secretaria del Comercio de Estados Unidos, Gina Raimundo, habló de los planes de Washington para iniciar en 2022 un nuevo marco económico del Índico-Pacífico para revitalizar la posición de Estados Unidos en la región, donde se ha puesto en marcha la coalición Aukus ―formada por Australia, Reino Unido y Estados Unidos―. La secretaria de Comercio dijo que su país no se reincorporará al Acuerdo de Asociación Transpacífica "por varias razones, pero no va a suceder ahora", casi cinco años después de que Donald Trump se retirase del acuerdo.
En fin, con una sonrisa y buenas caras, las espadas siguen en alto. Y si eso es verdad, también lo es que, mientras viva Kissinger (tiene 98 años), las cosas no pasarán a mayores, él es el garante de la paz.