¿Desde cuándo los que tenemos sentimientos "normales" tenemos que hacer terapia para soportar a los que realmente la necesitarían? Es el mundo al revés, y lo peor de todo es que lo acabamos normalizando. Sí, seguramente la respuesta es, porque a nosotros nos provoca un sentimiento de culpa y a ellos no. Tienes más posibilidades de que te afecten a las cosas si eres reactivo y sensible que si eres una ameba alexitímica a la que todo le importa un comino. Os pondré un ejemplo. ¿Sabéis ese que siempre dice que no te puede invitar al taxi porque solo tiene un billete de cien y no lo quiere cambiar? Sí, ese al que siempre le acabas pagando tú el café. Sí, el mismo que tiene un casoplón mientras tú estás de alquiler.

Hay personas que realmente creen que hacer terapia psicológica es una pérdida de tiempo y dinero. No entienden que no se trata de billetes, sino del precio a pagar. En muchas ocasiones son las mismas que no han ido nunca a ningún especialista. Seguramente porque, por suerte, no lo han necesitado "in extremis" o porque no tienen la necesidad de autocuestionarse. Como el periodista vengativo de ese medio que se cree tan importante que va escribiendo whatsapps de amenaza si no le retuiteas su artículo. ¿De verdad, con la edad que tiene, nadie le ha parado los pies y le ha explicado que esta no es la manera de comportarse con las personas?

Se muere la perrita de la familia y el padre dice ante la tristeza de la madre y los niños: "no lloréis, compraremos otra y la llamaremos igual". Me encantaría habérmelo inventado, pero no, hay gente así que no se ha planteado nunca hacer terapia. Es ese momento en el que uno se ríe pensando que alguien puede pensar que su ex es una gran opción. Hay padres que, una vez divorciados, pueden prohibir que sus hijos reciban el acompañamiento que tanto necesitan. Da igual que lo crean los especialistas, la escuela, los médicos y un largo etcétera. Si quieres defender a los menores, pon una nueva demanda y nuevos juicios e incluso para cobrar la pensión de alimentos establecida por el juez. Vuelve a pagar para que te paguen. Todo muy coherente, y se espera que no te desesperes. Que "las cosas de palacio van despacio". Pero hay tratamientos, sesiones de logopedia, casals y colonias que no pueden esperar dos años para que se aplique la justicia.

Es injusto que los que vamos al psicólogo muchas veces seamos los que menos lo necesitemos

Todos somos los malos en la historia de alguien. Incluso la mejor persona que conocemos seguro que ha hecho daño queriendo o sin querer a otro. De todos los maltratos mentales, el peor es la indiferencia. Incluso un niño prefiere una agresión a que no le hagan caso. El no sentirte valorado, que ni tengan tiempo para mirarte a los ojos, el que no se escuchen tu voz, produce una rabia bestial. A veces lloramos por algo que, visto en perspectiva, no era tan grave. Como dice Benedetti: "tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento". Como las pérdidas gestacionales, que todo el mundo te dice que podía pasar, que ya se sabe, mujer, los problemas del primer trimestre y que ya tendrás más o que seguro que no venía bien. Otros utilizan la voluntad de Dios. Personas sin empatía que deberían llevar colgada una red flag en la frente. Cuando te dicen que al feto no le notan el latido, tienes que salir de la consulta y ver a todas esas embarazadas y hacer como si nada hubiera pasado. No está escrito en ningún sitio, pero sientes que no se permite hacer ningún drama. En el mismo lugar físico donde te hacen el raspado, es donde oyes a la otra pariendo. Se habla mucho de la salud mental, pero cosas tan básicas como estas todavía no se han solucionado en la sanidad (ni pública ni privada). Puedo asegurar que ese momento, cuando sales por el pasillo lleno ramos y de pósteres de bebés, todavía duele más que el aborto. Palabras como las de la poesía de Estel Solé sí que acompañan:

Me he despertado

y ya no estabas.

Temblor en las piernas

y frío en el pasillo.

Alguien ha cerrado la puerta

y toda yo he resonado

como una casa vacía.

Otras situaciones que hemos normalizado es que una persona tenga que llevar el peso de la crianza y de la casa. Esta va sobre todo para los padres que dicen que "ayudan". Mi teoría es que si pueden enumerar lo que hacen, es que realmente solo hacen eso, porque cuando realmente eres corresponsable no tienes dedos en la mano (¡ni ánimos!) para contar todo lo que se llega a hacer. Recomiendan que lo mejor que puedes hacer con un o una narcisista es seguirle el juego dándole la razón. Ellos o ellas no entienden que las cosas más bonitas no son cosas. Al final, lo que nosotros queremos es estar bien y que, como la gente no cambia (máximo, algunos evolucionamos), solo podemos modificar nuestra mirada y el modo en el que nos afectan las cosas que miramos. Pero es injusto que los que vamos al psicólogo muchas veces seamos los que menos lo necesitemos. Precisamente, como consecuencia directa de que las personas que más necesitarían hacer terapia son las que no van, porque están convencidas de que ellas son las que nunca van contra dirección.