Un buen día, en Matadepera, cuando todavía no era el pueblo con la renta per cápita más alta de Catalunya, un ayuntamiento gobernado por CiU decidió hacer un campo de golf… de 9 hoyos. Básicamente, se lo pueden imaginar, la idea era que un promotor inmobiliario pudiera hacer casas de lo que se llama alto standing. Se recalificaron unos terrenos y allí quedó la urbanización y el campo de golf, con su sede en una antigua masía. El proceso daría para una novela de Ferran Torrent, pero ha quedado olvidado en la noche de los tiempos previos en internet.
El campo, puesto en marcha en 1994 en régimen de concesión, se hizo célebre en su momento porque las bolas que tiran desde el agujero 1, situado junto a una carretera, los que no tienen un buen drive, iban a parar a los cristales de los coches o al patio de una guardería, que, dicho sea de paso, se hizo en el tiempo después del campo.
En Matadepera se hará una consulta municipal no vinculante para decidir si se mantiene abierto el campo de golf o se destina a otros usos
Si hubiera podido votar entonces, nunca hubiera hecho un campo de golf que arrasó los viñedos de Can Vinyers. Pero ahora, 30 años después, el 12 de julio concretamente, se hará una consulta municipal no vinculante para decidir si se mantiene abierta la instalación como campo de golf o se destina a otros usos. El caso es que el campo es municipal desde el 2011 y quienes se oponen argumentan que cuesta 250.000 euros al año y está infrautilizado. Hay mucha polémica en el pueblo y argumentos de todo tipo a favor y en contra, con debates públicos incluidos. Y argumentos sorprendentes como que ahora resulta que hemos descubierto que regar con aguas residuales está a punto de convertir al pueblo en una localización ideal para Erin Brockovich 2. O que si se hace un parque público, no se regará.
En fin, que los matadeperenses decidirán. Si es que saben lo que votan, porque la pregunta es contraintuitiva. "¿Está de acuerdo en cambiar el uso del campo de golf?". De modo que votar sí es votar no al golf. Y votar no es votar sí… Yo sólo apunto una solución intermedia, que no digo que sea la buena, para evitar que nos demos como si fuéramos el pescadero y el herrero del pueblo de Astérix. Y viene del norte, como todo.
El Old Course de Saint Andrews, a 50 kilómetros de Edimburgo, es uno de los campos de golf más antiguos del mundo. Lo fechan en 1574. Pues bien, este campo cierra los domingos y se transforma en un enorme parque para que lo disfruten los habitantes del pueblo, donde pueden pasear, hacer un pícnic o simplemente contemplar el paisaje. Y no crean que es una solución nueva o moderna. Lo hacen desde el siglo XVI. Pero en fin, ni Matadepera es Saint Andrews ni me imagino a mis vecinos luciendo un kilt como Mel Gibson.