He seguido con mucho interés la polémica generada por las críticas de Albano Dante Fachín a La Marató de TV3 y su negativa a colaborar en ella. Cuando todo el mundo está de acuerdo en una cosa, es sanísimo que alguien la cuestione y eso es lo que hizo ayer domingo el líder de Podem en Catalunya y diputado de CSQP en el Parlament.
Porque el debate siempre es útil, aunque sólo sea para hacer funcionar la neurona, hagámoslo. Pero primero leamos qué es lo que escribió Albano Dante Fachín exactamente en su blog:
Por lo tanto, el argumento de Albano es que los recursos para investigar no tienen que obtenerse con una colecta patrocinada por empresas que no pagan impuestos sino con inversión de la Administración. Pero como la Administración no tiene dinero porque empresas como las que patrocinan La Marató de TV3 no pagan los impuestos que les tocan, la cadena pública acaba lavando la cara de estas empresas, con la complicidad del gobierno.
Sí, ya sabemos que las grandes empresas son muy malas, pero tengo la sensación de que unas lo son más que las otras. ¿Por qué siempre se carga contra la Caixa y, por ejemplo nunca se cargó contra Caixa Catalunya? ¿Por qué Telefónica es mala y Google o Apple no? ¿Por qué Mercadona enciende las alarmas de la crítica social y El Corte Inglés o Inditex no?
Si La Caixa se lava la cara con La Marató, ¿puede ser que también se la lave dando créditos a partidos como Iniciativa per Catalunya, coaligado con el partido del señor Dante? ¿Si rechazamos La Marató porque hay La Caixa, también tendríamos que rechazar IC porque tiene créditos con esta entidad por valor de 11 millones y medio de euros, no? Y si Podem tiene un pacto con IC en el Parlament y en el Ayuntamiento de BCN (por ejemplo), Podem está lavando la cara de una empresa que trabaja en paraísos fiscales y no paga impuestos. Y Podem también es corresponsable de que La Caixa haga negocio, porque La Caixa hará negocio cuando IC devuelva el capital con los intereses correspondientes, ¿verdad?
Y si estamos en contra de La Marató porque detrás hay La Caixa, alguien también podría estar en contra de la revista Café amb llet, editada por Albano Dante Fachín, y donde también había publicidad de La Caixa, tal como explica él mismo en este enlace, hecho cuando se la retiraron.
Naturalmente, se me puede argumentar que Albano no tuvo más remedio que entrar en la rueda capitalista de los malos para poder hacer el trabajo de denuncia que hizo y que, por lo tanto, el dinero de La Caixa fue usado por una buena causa. Y que IC usa el dinero para hacer el bien, ayudando a las clases populares Bien, entonces el argumento también vale para La Marató, no? Porque colaboran en un proyecto que salva vidas y mejora las condiciones de muchos enfermos, pero también hacen un bien social común.
Miles de personas, a través de todo tipo de asociaciones, agrupaciones, casales, entidades, ateneos y centros varios, organizan actividades que refuerzan lazos entre personas, establecen relaciones humanas, hacen sociedad y cohesionan pueblos y ciudades. Y eso es muy bueno para un país. Y muy positivo.
La Caixa y Telefónica son malas, sí, y les lavamos la cara, también, pero la grandeza de la movilización las obliga a participar en la creación de una cosa tan de izquierdas y citada tan a menudo en los mítines de los comunes como es la fraternidad.
Y estos millares de personas, fraternalmente, también aprovechan para compartir estas actividades con sus hijos (e hijas). Y eso sirve para que aprendan valores como la solidaridad, el bien común, la generosidad y que no todo hace falta hacerlo a cambio de cosas materiales.
Y estos millares de personas también aprenden, por ejemplo, los síntomas de un ictus. Y quizás algún día, estos conocimientos les servirán para salvar la vida de una persona.
Total, que sí, que quizás entre todos estamos lavando la cara de algunas empresas que tienen muy mala prensa entre según quien, pero también estamos haciendo una sociedad más generosa, más solidaria, con una valores más fraternales y más sana.
Y sobre todo porque como escribió Albert Sánchez Piñol: La caridad es vertical y la solidaridad es horizontal. La caridad niega el conflicto y la solidaridad lo impulsa. Millones de personas han sacrificado la vida por la idea solidaria, la caridad no tiene mártires. La caridad es de derechas y la solidaridad es de izquierdas.
Y si los estados no llegan a según dónde porque las grandes empresas defraudan y tenemos que eliminar La Marató de TV3, eliminemos también a todas las ONG, incluidas las que Albano ha dado apoyo públicamente, no? ¿O unas sí y otras no? ¿No, verdad?.
Ah, por cierto, soy de los que no cree que sus actuales críticas a La Caixa sean porque le retiraron la publicidad a su revista.