Cuatro previas: 1/ Alfons Quintà es un asesino, 2/ este artículo no es de justificación sino de análisis mediático de una situación, 3/ este artículo no tiene como objetivo defender el gremio periodístico y 4/ hago las tres aclaraciones anteriores porque si alguien quiere tergiversar o sacar de contexto lo que viene a continuación, que quede claro lo que está escrito realmente y de que va realmente la pieza.
Las últimas 24 horas se han visto en la red muchas críticas y muy duras al tratamiento que los medios hemos hecho del asesinato de género y posterior suicidio cometido por el periodista Alfons Quintà. He escogido un par de ejemplos de los argumentos utilizados:
En los dos se habla de corporativismo y se acusa los medios de proteger a Quintà. En muchos otros tuits, que a la vez han sido muy retuiteados, se han puesto estos tres titulares como ejemplo de eufemismos usados para suavizar el caso:
Si se fija, los tres titulares tienen prácticamente el mismo texto. ¿Cómo puede ser que tres medios tan diferentes utilicen las mismas palabras para explicar el mismo hecho? ¿Quizás porque han sacado la noticia del mismo sitio? Que no sea eso. Y a este lugar misterioso donde se originó este titular repetido le llaman agencia de noticias, que es un lugar que provee de noticias a los medios. Y ayer proveyó a muchos medios de esta noticia, que corrió muy rápidamente porque el muerto era quien era.
El problema ha sido de espacio-tiempo. Hoy, 24 horas después de los hechos, hay gente que acusa los medios de suavizar la noticia basándose en estos titulares colgados en Twitter poco rato después de saberse la noticia. Titulares lógicos en aquel momento porque lo único que se sabía era que habían aparecido dos cuerpos sin vida, y que eran Quintà y su mujer (de quien entonces se desconocía el nombre porque ella no era un personaje público). Si sólo se conocía eso, era lógico ofrecer la información que se sabía en aquel momento. Observe ahora el subtítulo colgado un rato después, cuando se empezaron a saber más detalles, y todavía no había bastante confirmación para cambiar el titular:
Los medios hemos cometido demasiadas veces el error de publicar noticias sin confirmar y por aquella prisa de ser los primeros. Esta vez, quizás ser por tratarse de quien se trataba -no lo niego-, todo el mundo optó por la prudencia. Y sólo cuando se confirmó que Quintà había asesinado a su mujer, los titulares cambiaron. Y lo que no se vale es decir hoy: "miren, no dicen que es un asesino porque es colega", pero cogiendo titulares digitales publicados minutos después de saberse el suceso, cuándo no se tenía la noticia entera. Para hacer la crítica se cogen los titulares del día y, si hay alguno que no trata igual este asesinato de género que los otros, entonces sí, toda la caña que haga falta. Es lo que ha hecho Júlia Otero este mediodía a las 2 y media:
El problema es que no pone ningún ejemplo y no sabemos exactamente a quién se refería. ¿Quizás a esta noticia fechada a las 8.28 de hoy, cuándo hacía horas que ya se sabía que se trataba de un asesinato de género y que "la mujer" ya tenía nombre?
Y que conste que esta noticia ha sido capturada de la edición digital de esta noche, 24 horas después del asesinato y con bastante tiempo para actualizarla. Vaya, creo. En la edición de papel las noticias quedan tal cual, pero en las digitales se refrescan. Sobre todo en un caso así.
Otra acusación que ha circulado mucho es que se ha despreciado la víctima no poniendo su nombre en los titulares y, en cambio, sí el del asesino. Volvemos al caso anterior. Cuando aparece la noticia, el nombre de Victòria Bertrán es desconocido por los medios. Con el paso de las horas, cuando se hace público, deja de ser "la mujer de...". Pero ya que estamos aquí, sí que hay dos temas a discutir, pero con criterios periodísticos. El primero es si poner el nombre de él da una información necesaria y relevante o no a la hora de situar la noticia en contexto. Y el segundo es, como han dicho muchas personas, que se debería haber puesto el nombre de ella en los titulares. Normalmente, en los asesinatos de género no se pone el nombre de la mujer. ¿Por qué en este caso tendría que ser diferente? Y ojo, pregunto, no afirmo.
Y finalmente el tema sensacionalismo, del que nadie se ha quejado pero que ha existido. Y que liga con lo que decía más arriba sobre ir repitiendo la noticia cogiendo una sola fuente. En este caso añadiendo un plus. Lea un fragmento de la pieza que publicaba Maika Navarro en La Vanguardia:
Y ahora, lea la adaptación libre que hace Diario16. Y a ver si alguien puede explicarme de dónde sacan las expresiones "enloquecida" e "implorarle". Dos adjetivos de cosecha propia que, leídos sin haber visto el original, pueden dar a entender que Quim Monzó pasó de la señora que "enloquecida" "le imploraba" ayuda.
Ah, y una última cosa. Un hecho tan condenable e injustificable como el asesinato de una mujer (y también de un hombre) porque la víctima ya no quiere saber nada más del criminal, no justifica el sectarismo que últimamente se está haciendo demasiado habitual entre ciertos sectores. Oigan, yo por el hecho de ser un hombre, sólo por eso, no soy sospechoso de nada ni tengo que pedir perdón por nada. Y buscar siempre los tres pies al gato en las opiniones de los otros, da argumentos a los que si que son sospechosos de justificar según qué. Queda dicho.