Las cadenas de TV han descubierto un nuevo formado de entretenimiento. Consiste en enviar una cámara en el centro de Madrid a la hora de cenar y de las copas y mostrar lo que sucede. Resumen: aquello es sodoma, gomorra y lo que surja. Pero ahora iremos a la capital del "Comunismo o libertad". Primero pasamos por Santiago de Compostela. Ayer un amigo me envió por telegram una pregunta retórica muy interesante: "Oye, ¿quieres decir que Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso pertenecen al mismo partido"?. Y lo clavó. Porque son la noche y el día. Mientras la presidenta popular de Madrid ha decretado un Distrito Federal europeo del turismo de borrachera, a finales de febrero el presidente popular gallego aprobó en el parlamento, y gracias a su mayoría absoluta, una ley que le otorga la posibilidad de aislar ciudadanos en sus domicilios, hospitalizarlos y obligarlos a someterlos a tratamientos, incluida la vacunación. Quien se niegue a recibir la vacuna podrá ser multado con hasta sesenta mil euros.
Y aquí se abre un apasionante debate. ¿Puede la administración obligarte a que te vacunes en nombre del bien común? Aquello del conflicto -o la colisión- entre tus derechos y obligaciones y los del conjunto de la sociedad. El Consejo de Estado se lo miró y determinó que estaban vulnerando la Constitución y, por lo tanto, la cosa acabará en el TC. Antes, pero, hará falta un informe del gobierno Sánchez que, cuando sea presentado, significará la suspensión cautelar de la ley. Veremos si, como parece, antes habrá negociación para suavizar la ley.
Mientras esperamos la evolución de este caso, volvamos a Madrid. Este Madrid donde gobierna el mismo partido que en Galicia, pero no lo parece. Y viceversa. La imagen de lo que pasa allí es la foto publicada por Olmo Calvo en El País y que se ha hecho viral:
"Madrid es España dentro de España ¿Qué es Madrid si no es España? No es de nadie porque es de todos. Todo el mundo utiliza Madrid, todo el mundo pasa por aquí. Tratar a Madrid como al resto de comunidades es muy injusto a mí juicio". Ahora hace seis meses Díaz Ayuso soltó esto. Seguro que ya tenía en la cabeza convocar elecciones. Porque las encuestas le eran favorables. Ahora que, por fin, lo ha conseguido "España me debe una" y Madrid está totalmente fuera de control. Y supongo que las encuestas le siguen yendo bien, porque la fiesta capitalina ha ido a más y cada día de manera más desacomplejada. Y eso plantea tres dudas-pregunta: 1/ ¿A los madrileños ya les va bien esta situación?, 2/ ¿Las cifras de la COVID en Madrid son ciertas o las están manipulando? y 3/ ¿En Catalunya estamos haciendo el primo?
La respuesta a la primera pregunta la sabremos cuando se forme el nuevo gobierno. Si Ayuso continúa, querrá decir que la gente está encantada con ella y con sus decisiones. En relación a la segunda pregunta, se supone que si Madrid falsificara las cifras, la administración superior -y enemiga política- iría en saco, ¿no? Ahora bien, ¿y si resulta que ellos también hacen contabilidad creativa y mejor que no entren en esta cuestión? Para no hacerse daño.
Pues mirémonos los datos oficiales. Hagamos el ejercicio de creérnoslas y a ver si hacemos el primo o no. Le paso las que publica el economista Josep Lluís de Villasante de fuentes del Ministerio de Sanidad:
Un madrileño me dijo hace unos días, con una mezcla de cinismo e ironía: "los franceses vienen, gastan y se llevan el virus a su país. Como decís los catalanes, eso para nosotros es un win-win".