Hombre, machote, campeón... ¿qué haces por aquí, monstruo? Que tú eres un monstruo y un fenómeno. Un abrazo (plas, plas, plas). ¿Qué, una copita de vino? ¿Y un poquito de jamoncito? ¿Ah, coño, tú eres catalán y debes querer pantumaca, que los catalanes sois muy vuestros, pero cuando se os conoce también sois la repera, ¿eh? Yo tengo muchos amigos catalanes y son buena gente.
Si quieres hablamos de mi éxito de En tu casa o en la mía... ay no, que era En la tuya o en la mía... No, no, no me importa hablar, pero yo creo que no hay mucho por explicar. Por cierto, machote, perdona el lapsus y perdona por haber dicho lapsus, es que soy tan campechano que no se ni cómo se llaman los programas que presento. Además, cuando fiché por Telecinco el programa se pasó a llamar Mi casa es la tuya, y yo al final ya no sé si el programa se llamaba Tú casa en la mía es mi casa o la tuya de ti mismo.
Bueno no, pero hablamos. ¿Quieres saber por qué tuvo tanto éxito? Sencillo. Un tipo hipersimpático, terriblemente simpático y gran anfitrión como yo haciendo preguntas amables a todo tipo de personajes para que queden bien. Nada, un formato más antiguo que el cagar en la montaña... ja, ja, ja, pero qué entrañable y próximo a la gente que llego a ser, ¿eh? Es uno de mis secretos, usar el lenguaje del pueblo. Por eso los hombres me ven como uno de los suyos y las mujeres me ven, como lo que soy, un hombre como es debido.
De eso que yo hacía primero en TV1 y después en T5, en Catalunya le llamabáis El Convidat y lo presentaba un tipo hervido, sin gracejo ni nada. Y en el programa no sólo no bebían vino, sino que hacían cosas como ir a correr y ver el Barça. Mira que los catalanes sois buena gente, pero qué tristeza arrastráis, ¿eh? En cambio, yo soy una alegría y eso es lo que transmito.
Otro secreto del programa, que de hecho es el gran secreto, es haberlo empezado en TV1. ¿Cuál es la edad y el grupo sociológico de la gente que mira esta cadena? Pues el tipo de público que alucina con una charla simpática de un famoso con gente famosa. Imbatible. ¿Qué pasó cuando fuimos a T5? Dos cosas: 1/ que me pagaron una pasta como para poder empapelar todas mis fincas con billetes de 500 euros y 2/ que el programa se desinfló. ¿Por qué? Coño, porque el público de TV1 no mira T5 y el público de T5 espera a que a la segunda pregunta aparezca un hijo secreto del invitado sodomizando una tortuga mientras confiesa ser poliadicto a todo tipo de sustancias, menos a la verdura.
Pero oye, quillo, hablamos de la felicidad, que es lo que gusta a mi público. ¿Sabes cómo he sido realmente feliz yo? Cantando. 25 discos he publicado ya. El último se llama Crooner, que es lo que soy realmente, un crooner que cuando empieza a sentir en su corazón las canciones que canta, olvida que algún día será conde de Donadío de Casasola. Y entonces soy feliz. Como era feliz cuando en 1992 presentaba Contacto con tacto, un memorable programa que, en el fondo, era precursor del Mujeres, Hombres y Viceversa.
Y sobre todo, como fui muy y muy feliz fue aquel lejano 1994 presentando en Antena 3 Lluvia de estrellas y Menudas estrellas. O cuando represento en el teatro Mellizos o Dos caras duras en crisis con Paco Arévalo, que es un monstruo que no se puede aguantar y que quita el sentío. O, ahora el abril pasado, cuando abrí en Valladolid "El Rincón de Bertín", un bar con un concepto que quiero extender por toda España. Sí, porque en el fondo yo soy España y por eso siempre he tenido tanto éxito.
¿Qué dices, monstruo? Ah, que te hable de mi paso por Intereconomía presentando algunos programas... Sí, hombre... ¿quieres entradas para Dos caras duras en crisis? Estamos hasta el 20 de noviembre en el Rialto de Madrid. Es como Mellizos, pero todavía más divertida. Qué, te doy seis y vas con unos amigos. Ah no, que tú eres catalán y no tienes amigos. Nada, pues con una ya haces, ¿verdad?
Bueno monstruo, que me ha gustado mucho saludarte. Cuando venga a BCN quedamos en el José Luís y nos podemos hasta el culo de comida y de bebida. Sí hombre, e intentaré que también venga el Arévalo y explique unos cuantos chistes de gangosos y mariquitas y nos partimos la caja de la risa...