Los actores (y actrices) de teatro explican que lo peor que te puede suceder encima de un escenario es hacer reír al público durante una escena dramática. Aplicado a la política eso tiene un nombre: Pablo Casado.
Mire que él intenta poner un dramatismo guerracivilista. Mire que él intenta presentar España (¡Viva!) como la Venezuela del Mediterráneo. Mire que él se esfuerza en ir insultando cada día más fuerte y a más gente. Pero se le nota tanto que es un impostor que está a cinco minutos de convertirse en una caricatura. Terrible.
La estrategia de Casado es ir repitiendo cada día, y sin cesar, que el mundo se acaba y que sólo él puede salvarnos de la hecatombe. Y por este motivo tiene permanentemente en el fuego una olla con agua. Y le va lanzando productos que le den sustancia a la cosa. Porque si para de tirar material, el caldo deja de tener sabor, y entonces la gente no lo consume. El problema, pero, es doble:
1/ Es muy difícil tener cada día un buen hueso o una verdura que le dé sabor al agua. Pero tú no puedes parar de tirarle alguna cosa porque si paras, aquello es sólo agua caliente. Y cuando no tienes tropezón, improvisas poniendo un día tu dedo, otro día otro dedo tuyo, el siguiente un pie... pero cuando ya te has puesto tú entero, adiós caldo y hola agua caliente. La estategia del caldo tiene fecha de caducidad.
2/ Los insultos tienen un límite. Y cuando en España dices que tu rival es ETA y es un nazi, como es el caso, ya has llegado al final. Y a partir de aquí ya no hay más allá. A Casado, pues, ahora mismo se le ha acabado el repertorio. A partir de este momento sólo puede, o bien empezar a repetir insultos, cosa que no da sabor al caldo, o bien empezar con el "caca, culo, pedo, moco". De momento ya está al nivel felón. ¡FELÓN! Cuando un individuo que pretende presidir un gobierno le dice felón a su rival, más que un candidato es una broma.
Pero lo más terrible para Casado es que se le nota demasiado que este último brote que sufre, conocido con el nombre de Relator® es una cortina de humo mezclada con un intento de chantaje judicial.
El martes empieza el juicio de la venganza y el escarmiento y ha llegado el momento en que toca sustentar jurídicamente y con pruebas la ficción tramada y creada por Llarena y el Estado paralelo. Y por si alguien dentro de la justicia no viera claro aplicar la pena de muerte a los golpistas-etarras-nazis-felones, la anécdota del Relator® es perfecta para sacar gente a la calle y presionarlos.
Porque, ¿realmente alguien cree que eso del Relator® tiene suficiente grosor como para justificar una mani? ¡No hombre, no! ¡Donde va a parar! Y todo el mundo lo sabe. Casado ha aprovechado eso del Relator® como podría haber aprovechado cualquier otra cosa, incluida una rueda de tractor de tercera mano. Lo que fuera para tapar las nuevas informaciones sobre la financiación ilegal de su partido.
Oiga, es que el partido de "Felón" Casado ya fue expulsado del Gobierno por corrupto. Y el está donde está porque Rajoy tuvo que irse. Pero la cosa ha continuado y esta semana la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ha enviado a la Audiencia Nacional un informe según el cual Esperanza Aguirre financió ilegalmente su campaña del 2011 con 1,2 millones de euros en negro conseguidos a base de falsear subvenciones. Y la empresa tapadera que crearon para disimular los movimientos ilegales de las facturas se llamaba... "Paquí Palla SL". ¡SEN-SA-CI-O-NAL! ¡FA-BU-LO-SO! ¡ME-MO-RA-BLE!
Hooooombre, con este panorama, es normal que Casado se haya comprado una máquina de hacer humo de la marca Relator®. O 34. Esperemos, pero, que esta vez no la paguen con dinero negro ni a través de "Paquí Palla SL".