Esta semana La Sexta retiró de su servicio a la carta el vídeo del programa "El Intermedio" donde Dani Mateo hacía un gag sonándose con la bandera española.
Hace un par de semanas, TVE pidió perdón a La Falange porque uno de los concursantes, Dave, dijo durante un ensayo "Yo me he cagado en la Falange" y la directora de la academia, Noemí Galera, le respondió "En estos también me cago yo. Y si no, que vengan".
Y con este panorama de autocensura, hoy hemos sabido que twitter ha suspendido durante una semana la cuenta de Hermann Tertsch, cosa que ha enfurecido mucho a sus amigos:
Él afirma que todo se ha debido a "un tuit inofensivo sobre la ministra de Justicia" y, enseguida, ha empezado a vomitar su discurso victimista consistente en decir que "en twitter hay una mafia de la extrema izquierda que tiene técnicas para hacer campañas contra gente y conseguir la reacción de la red para que imponga el cierre de cuentas".
Seguramente esta mafia es la misma que lo obligó el año 2012 a grabar la crónica sobre como había ido una jornada de huelga antes de que la huelga empezara...
Pero, ¿quién es realmente este Hermann Tertsch que colabora en varios medios de comunicación y que destaca por ser una persona muy maleducada y que ha demostrado varias veces ser un ser despreciable? Pues es un individuo que este verano vio este tuit...
... y, confundiendo el conejo Fidel con el dictador Fidel, el de Cuba, aprovechó para recordarnos que él es franquista:
La pifia fue tan monumental que tuvo que borrar el tuit. Como también tuvo que borrar este otro:
Y, ¿por qué tuvo que hacerlo? Porque la coordinadora de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, nunca dijo lo que él le adjudicaba haber dicho sobre la Virgen, Cristo y Dios. Esta vez la situación se resolvió de la siguiente manera, y con la propia interesada:
Tampoco estuvo acertado haciendo este otro tuit:
Lamentablemente para el señor Tertsch, la cita no era de Pablo Iglesias sino del Che Guevara.
Pero su mala suerte en twitter no tiene límites...
En cambio, hay tuits que no los borra y que quedan para siempre para que todo el mundo los vea:
El problema es que cuando según qué tuits quedan, tienen consecuencias:
Y ahora es cuando usted me pregunta: "pero, ¿hay que censurar a este individuo o no hay que censurar a este individuo en twitter?". Bien, pues este personaje tiene derecho a decir lo que quiera, mientras no vulnere el código penal. Y si lo hace, el castigo tiene que ser proporcional. El problema es que a a este señor lo contratan en varios medios de comunicación pretendidamente serios, precisamente porque el sello de la casa es hacer y decir las cosas que acaba usted de leer. Si nadie lo contratara, quizás el señor Hermann Tertsch dejaría de decir y hacer cosas muy extrañas.