Veintiuna horas después de tragarme un debate electoral de tres laaargas horas y una hora después de haber sufrido visualmente otro lamentable partido del Barça, ¿qué podría empeorar el panorama? Pues sí, otro debate. ¡Basta, por favor! Y este era a ocho. ¿Ocho? ¿He dicho ocho y he dicho basta? Para mi generación es imposible no relacionar estas dos palabras con el título de una serie denominada "Con ocho basta". Era de cuando ya mirábamos series pero no íbamos por el mundo intentando demostrar que somos expertos y nos miramos unas que son muy buenas pero que no se mira nadie y aún están por descubrir. Y, sobre todo, las mirábamos cuando todavía no existía TV3 y la única TV en catalán eran unas horas de desconexión en la entonces denominada TV2 y todos los títulos de las series eran en español.
Total, que hoy el debate era en TV3 (que aún sigue abierta pero varios de los candidatos presentes quieren cerrar) y, de entrada, era inevitable compararlo con el emitido ayer en TVE y en el grupo Atresmedia. ¿Empezamos por las semejanzas? Los candidatos también estaban de pie y también han hablado de Catalunya. Eso último era esperable y se veía venir. La diferencia es que hoy, al contrario que ayer, había presencia de quien aspira a representar directamente a los electores catalanes. El resto de diferencias han sido un plató mucho más moderno, mejor iluminado y mejor ambientado. Y por encima de todo, la paridad. Ayer eran cinco hombres y hoy cuatro hombres y cuatro mujeres. Y si Meritxell Batet, candidata socialista sustituida por José Zaragoza, no hubiera estado ausente por sus problemas de vértigo, habría habido mayoría femenina. Dato interesante.
La otra gran diferencia ha sido el tono. Las frases de la noche han sido "calma" y "no se ponga nervioso". Porque, sí, ha habido nervios. Muchos. Sobre todo por parte de las representantes del PP y Ciutadans, que han optado por dinamitar los instantes iniciales del debate interrumpiendo repetidamente al resto de participantes. Sus voces se me han introducido tanto dentro del cerebro que creo que estaré días oyendolas en sueños. Nervios y en algunos casos, mala educación. Mucha. Muchísima. Parece mentira tanto dinero gastado en tanta educación de élite que han acabado lanzados en la cloaca de la impertinencia.
Y como había tanta gente charlando, repasemos las actuaciones de manera individual.
Gabriel Rufián, Esquerra. Ha hecho una oposición frontal al PSC y ha recordado a JuntsXCat y a la CUP que no son su enemigo ni su adversario. Frase: "En política, nada es a cambio de nada".
José Zaragoza, PSC. Se le ha visto en forma, sobre todo cuando ha triturado argumentalmente Cayetana en un cuerpo a cuerpo verbal. Ha sido el veterano portero reserva que sale a jugar por lesión del titular, para dos penaltis y acaba subiendo a rematar los córners y marcando de tijera. Frase: "Si no hubiera sido por Manuel Valls, ERC tendría la alcaldía de Barcelona".
Jaume Asens, Comuns. Su objetivo era hacer oposición al PSC y se ha discutido mucho con Pepe Zaragoza. De hecho, prácticamente cada intervención suya ha acabado con los dos hablando a la vez. Siempre se le nota mucho que no está acostumbrado al barro de los debates. Frase, dedicada a Zaragoza: "Pidieron el voto a la derecha para evitar un gobierno con Podemos".
Laura Borràs, JuntsXCat. Sólo empezar el programa ha anunciado que ignoraría VOX. Ha propuesto hacer un gran grupo parlamentario indepe en el Congreso con Esquerra y la CUP que ha sido rechazada por la CUP y ignorada por Rufián. Más que una frase, elijo de ella las veces que se ha sonado con el pañuelo porque eso explica el descomunal catarro que arrastraba. Y como que lo ha intentado hacer discretamente cuando no lo enfocaban, pero su micro seguía abierto, se oía de fondo de las palabras de otros candidatos (y candidatas).
Inés Arrimadas, Ciudadanos. Ha empezado el debate tratando al moderador, Vicent Sanchis, como si fuera uno de los candidatos. Concretamente su peor enemigo. Le ha pedido que dimita, le ha dicho que aplicarán el 155 y lo echarán, le ha reprochado su sueldo y le ha entregado por segunda vez una hoja donde estaba redactada su dimisión. En aquel momento he pensado: ahora Sanchis sacará un muñeco del Mic, como para poder devolverle el regalo. Y no. Arrimadas ha repetido en torno a las 15 veces "Torra es muy de derechas", un concepto nuevo en el imaginario naranja. Frase: "Puigdemont se piró".
Cayetana Álvarez de Toledo, PP. Nos ha explicado que había pensado en no ir al debate pero que al final lo ha hecho. Aclararlo ha sido muy oportuno porque si no, no nos habríamos dado cuenta. Ha propuesto crear televisiones constitucionalistas en Catalunya y promover productoras audiovisuales que no hagan basura, refiriéndose a la de Toni Soler. Frase, dedicada a la candidata de la CUP cuando ha hablado del "Trifachito": "La palabra facha se la aplica usted a si misma y a sus colegas".
Ignacio Garriga, VOX. Después de condenar el fascismo y el racismo ha denunciado el gasto que significa para España la existencia de 17 autonomías y 17 diputaciones. Desconozco en qué momento ha perdido las otras 34 diputaciones que hay en España. Ha sacado el concepto del "tricentito", que según su partido es el pacto PSOE-PP-Ciudadanos. A los otros candidatos les ha dicho "Señores de los partidos políticos". ¿Ah, él no es de ningún partido? Le ha llamado miserable a Mireia Vehí. Frase, con la que ha acabado su minuto final: "Que Dios les bendiga".
Mireia Vehí, CUP. Ha confundido Rufián con Pere Aragonés cuando el vicepresidente fue fotografiado saliendo de una boda VIP. Después de una pausa publicitaria ha pedido perdón por el lapsus. Frase, dirigida a Garriga: "Usted hoy ha venido aquí con un asesor que es exmilitante del MSR, la organización hermana nazi fascista del Partido Nacional Socialista alemán".
A pesar de ser cuatro candidatos y cuatro candidatas y no sólo cinco como ayer, el debate ha durado aproximadamente un cuarto de hora menos. Cuando ha acabado, la mejor noticia, aparte de la propia finalización, ha sido que ya no quedan más debates y que quedan sólo tres días de campaña. ¡BIeeeeen!