Ya lo sabe que, de vez en cuando, en esta columna hay... ¡Examen sorpresa! Pues bien, hoy toca. Y, además, con pregunta tan retórica como tramposa: "Oiga, y en el presunto caso de corrupción del PSC en el Consejo Deportivo de l'Hospitalet, con quien va con Ayuso o Casado?". Y ahora viene cuando le explico el por qué de la pregunta.

Desde el sábado, refiriéndonos a la tan incomprensible como descarnada crisis interna del PP, hablamos de corrupción. Pero sin hablar de ella, sin ir al fondo, sino haciendo aspavientos de cómo muchos votantes de Isabel Díaz Ayuso ponen por delante el apoyo a quien creen que puede ganarle el poder a Pedro Sánchez a que el hermano o la madre de la presidenta de Madrid puedan haber cometido irregularidades en la contratación de servicios, bien desde el punto de vista legal o desde el ético, que no son lo mismo, pero deberían serlo. Y por aquí en medio se ha hecho viral una frase expresada hace tiempo por el jefe de opinión de El Mundo que resume perfectamente el concepto de los que defienden que hay que diferenciar al artista de la obra:

Bustos

Pues bien, ¿esta superioridad moral de los que dicen que los votantes del PP aceptan la corrupción sin mover una pestaña, es aplicable a todo el mundo que lo dice? Lo pregunto porque aquí, quién más quién menos y por cálculo de probabilidad, alguna vez ha votado algún partido corrupto porque la corrupción es un mal que no entiende de colores ni de fronteras.

(Nota del autor para paseantes que entienden las cosas cómo les conviene para poder hacerse el chulitopiscinas delante de los suyos en una competición para demostrar que ellos si que son de piedra picada y que, realmente, lo que demuestra es que están muy necesitados de llamar la atención para poder tener un poder que para ellos es muuuy importante, pero que realmente es tan insignificante como ellos mismos, própiamente dichos: No, no estoy diciendo que todos los partidos políticos sean corruptos porque de la CUP, por ejemplo, no me consta ningún caso. Y en algún otro como Esquerra ha habido algún caso muy concreto y que no afectaba al partido, de los Comunes hay una investigación contra Ada Colau que no va de enriquecimientos personales ni de financiación de partido y que tenemos que ver como acaba, lo mismo que el caso de Junts con la presidenta del Parlament, sucedido cuando aún no tenía relación con el partido. Y de casos que circulan en según qué círculos no hay ni siquiera denuncia, circunstancia que aprovecho para que algunos que son muy vehementes en las redes vayan en un juzgado a presentarla. Lo que digo es que, cuando hace muchos años que votas y en varias elecciones, es muy probable que alguna vez hayas votado algún partido corrupto).

Y de eso va el artículo, de que quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Desengañémonos señores, señoras y senyoris, en general nosotros no somos mejores que nadie. En todo caso somos iguales. Pero también va del tratamiento que los medios de comunicación hacemos de la corrupción. No todos los partidos ni todos los casos se despachan igual. Ni acuso ni no acuso, constato -por ejemplo- que el del consejo deportivo de l'Hospitalet está pasando bastante desapercibido en las portadas. Y que comparado con otras presunciones por el estilo, no aparece como destacado.

La prensa de derechas y de derechas extremas, mayoritaria en España, se ha pasado años relacionando corrupción con independentismo y afirmando –todavía ahora- qué todo fue una maniobra para tapar el 3% convergente, un concepto por cierto -el del 3%- que, a base de repetirlo, ha hecho mucha fortuna. Porque les convenía en su discurso de degradación y destrucción del enemigo, que es la misma táctica que ahora usan con Albert Rivera o Pablo Casado. De la misma manera que han intentado relacionar independentismo con violencia, aquí con la ayuda de destacados miembros de los cuerpos de seguridad y la judicatura política.

¿Pero usted alguna vez ha leído o ha oído en medios de Madrit (concepto) que se hablara de la asociación criminal llamada PP, que es lo que afirmó una sentencia judicial que era este partido? ¿O que se refieran a él diciendo "PP, el partido que pagó con dinero negro obras en su sede?". ¿Hemos oído a Federico Jiménez Losantos afirmando "El PP, la formación política que financió mi medio de comunicación con dinero negro?". ¿No, verdad? Y, por cierto, a Federido nadie se lo recuerda ahora cuando pontifica sobre el caso ni sus oyentes de lo han tenido nunca en cuenta. Pues de eso va este examen sorpresa de hoy, de que es una trampa muy tramposa poner en marcha el ventilador de la mierda siempre en dirección a los otros, mientras tú vas vestido de blanco en señal de inmaculada pureza y podrías ahogarte en estiércol.