Francesc "Quico" Homs, nos ha convocado hoy en el Colegio de Periodistas de BCN para hacer oficial que se va. Bien, se va porque lo echan. Y lo echan por haber desafiado un Estado.
Cuando ha entrado en la sala, un cuarto de hora antes del inicio del acto, ha exclamado "me impresiona más eso que declarar en el Supremo". Porque esta es la cuestión, él se marcha porque el Supremo lo ha decidido así. Pero, ¿por qué estaba impresionado el exdiputado pero no expolítico, Quico Homs? Pues porque en un espacio muy reducido estaban las dos principales autoridades del País, el presidente Puigdemont y la presidenta del Parlament Carme Forcadell, estaba la esencia de su partido, la del independentismo parlamentario (por cierto, la CUP ganaba a Esquerra por 2 a 1, con Mireia Boya y David Fernández versus Lluís Salvador) y la de la sociedad civil indepe (los presidentes del ANC y de Òmnium, el diputado independiente de Junts pel Sí Oriol Amat, Xavier Rubert de Ventós, Miquel Calçada o Salvador Cardús). Podríamos decir que hoy en el salón de actos del colegio de periodistas había más poder indepe que sillas.
No ha sido una conferencia, ni una charla, ni un discurso. Diría que ha sido una reflexión en voz alta con un trasfondo muy duro contra el Estado español y sus instituciones en un momento que ha calificado "de emergencia nacional". Muchas cosas, nos ha dicho, ya las explicará en un libro que escribirá cuando tenga tiempo. De momento ha dejado caer que "si hace cuatro años nos dicen que me expulsarían del Congreso de los Diputados por haber puesto unas urnas, habríamos pensado que alguna cosa grave pasaba". Y yo añado: "me dice alguien hace cuatro años que Quico Homs sería expulsado del Congreso de los Diputados por la sentencia de un tribunal que lo ha condenado por organizar un referéndum y mi respuesta habría sido: eso que tomas no sé que es, pero quiero y mucho".
Oiga, es que estamos hablando de Quico Homs... Un chico de Taradell con cara de que en su escuela era el alumno del mes... ¡¡¡pero cada mes!!! Un convergente de piedra picada de los de tortellet de hojaldre (y de crema) comprado el domingo en la pastelería de toda la vida. Como él mismo ha dicho, un hijo del "del niño no te enredes". Es que incluso "Quico" es un nombre entrañable. ¡Es que es imposible desconfiar de alguien que se llama Quico! Pero si todos querríamos que el noviete de nuestras hijas se llamara Quico...
Pues este chico que sería el yerno perfecto del pujolismo sociológico, un exponente de aquella Catalunya que a menudo es calificada de ramplona, resulta que ha sido expulsado del Parlamento español después de ser condenado por ser un peligroso sedicioso antisistema. Oiga, es que eso no pasó ni en la época más dura y más bestia de Herri Batasuna.
Es que en este momento, el resultado del partido es 4 en 0 a favor de los inhabilitados de lo que fue Convergència y Unió. Es que la justicia española se ha desentendido de los cupaires Montse Venturós, alcaldesa de Berga, y Joan Coma, concejal de Vic y en este momento en la lista de los que han recibido la fuerza del Estado en plena boca sólo hay 4 CiUs: un chico de buena familia y buenas escuelas, una chica de Unió, una maestra de escuela que podría ser nuestra tía y el chico de Taradell.
No hace cuatro años, no, hace cuatro días, ¿quién nos habría dicho que las víctimas judiciales del proceso independentista serían Mas, Ortega, Rigau y Homs? Es que es como Rajoy bebiendo cerveza a morro en un concierto de La Banda Trapera del Rio y cantando "Eunucos mentales" con Morfi Grey. Es que es Soraya en un taller de malabares de una casa okupa. Es Montoro en una komuna sobrepasando a Pocholo...
Pero, mientras llega el libro, Quico Homs ha reivindicado la unidad como gran activo y las convicciones para superar el miedo a la reacción del Estado. Y nos ha dicho que la estrategia de este Estado español que no tiene ningún proyecto para ofrecer se basa en promover micro informaciones judiciales para intimidarnos, en buscar divisiones entre los indepes y en pronunciar un discurso de victoria total y de mentira, como ya usaron en el país vasco con el "sin violencia se puede hablar de todo" que, adaptado aquí, sería "sin el referéndum se puede hablar de todo".
Finalmente nos ha comunicado que se ha puesto a las órdenes del President, que este lo ha "fichado" para recibir sus opiniones "a coste cero" y que abrirá un despacho donde intentará ganarse la vida. El despacho de quien a partir de ahora será el señor Homs.
Ah, por cierto, en este enlace puede leer toda la intervención...