¿La contaminación es uno de los problemas más graves que sufrimos? Por descontado. Y no sólo nosotros sino el planeta entero. ¿Debemos combatir la contaminación? Bien, es que sobre esta cuestión no hay debate posible porque ya llegamos tarde. ¿Sobran coches? ¡Y tanto! Y aviones. Y barcos. Y de todo. El problema es como lo hacemos para hacerlo desaparecer.
¿Quizás estamos implantando medidas que perjudican las clases menos favorecidas y, por lo tanto, no son medidas "progresistas", socialmente hablando? Eliminemos coches, efectivamente, pero la gente tiene que poder ir trabajar de alguna manera. Y no todo el mundo puede cambiarse el coche. ¿Y sabe por qué? Porque con los sueldos que se cobran, muchas personas no pueden comprarse un coche nuevo, por pequeño que sea. Y la mayoría de los de segunda mano que pueden pagar son viejos y están fuera de la nueva normativa.
¿Quién vive fuera de las ciudades? Pues quien se ha tenido que ir porque no puede afrontar los precios de la vivienda. Y esta es la gente que, sin coche, tendrá que optar por el transporte público. ¿He dicho transporte público? Tenemos un transporte público muy deficiente y mal estructurado. En el interior de BCN todavía, pero para entrar a la ciudad el panorama es de saturación y averías continuadas. Y ahora mismo no hay en marcha ningún proyecto que solucione globalmente el problema. Todo son parches y buenas palabras. La comunicación intercomarcal, en algunos casos es inexistente. ¿Alguien sabe algo de la línea orbital de ferrocarril que tenía que unir Mataró con Vilanova i la Geltrú pasando por Granollers, Terrassa, Sabadell y Vilafranca? ¿Y del eje transversal ferroviario? ¿Está previsto algún tipo de transporte que permita llegar a los centenares de polígonos industriales situados en lugares remotos, donde trabajan personas que no cobran grandes sueldos y donde sólo se puede llegar en coche? Esto no es el pez que se muerde la cola, no, son todas las pescaderías del país juntas.
La gente que no se pueda comprar un coche nuevo, porque gana mil euros en el mes, pasará a ser un ciudadano de segunda que, dependiendo de dónde viva y dónde trabaje, cada día tardará 3 horas en ir y volver del trabajo y quizás teniendo que hacer tramos a pie o en bicicleta por descampados. Llueva, nieve o caiga un sol de justicia. Sí, porque eso que ahora se implantará en BCN y en algunos ciudades de su área acabará siendo vigente en todo el territorio. Básicamente porque la contaminación no conoce de fronteras municipales. Ah, por cierto, ni de nacionales.
Y después vendrán los peajes en las entradas de las ciudades. ¿Quién podrá pagarlos? Pues mucha gente no, sin duda. Una vez más, los pobres quedarán fuera del circuito, aunque tengan un coche nuevo. Y la solución propuesta son los coches eléctricos. No entraré en el debate sobre la contaminación que generan las baterías y que no está resuelta, sólo recordaré que fabricar estos coches también contamina. Y fabricar electricidad, también contamina.
Ahora dice que volveremos a hacer aparcamientos en las entradas de las ciudades. ¿Dónde? ¿Qué proyecto hay? ¿En qué terrenos? Por cierto, en 1992 ya se hicieron y los acabaron eliminando porque eran pagando y no aparcaba nadie. Y ahora si entras a la ciudad en coche ya pagas peaje, Porque sólo puedes aparcar en un parking o en una zona azul.
¿Eliminamos los grandes cruceros y bajamos la cifra de aviones en circulación? ¡Adelante! Pero los ricos tienen yate y pueden pagarse vuelos en compañías que no son de bajo coste, las que ahora mismo saturan el cielo y que permiten viajar a todo el mundo. ¿O sea, los pobres no pueden ir de vacaciones? Solución: "No, que paseen por su país". ¿En qué vehículo? Pero si hemos quedado en que no pueden tener coche porque no pueden pagárselo.
Y después tenemos la cosa de las famosas etiquetas para poner en los coches. Resulta que no sirven para nada porque los coches se controlarán con unos dispositivos que leerán las matrículas en el momento de entrar a las zonas restringidas. Por lo tanto, los 4 millones y medio adhesivos enviados hasta ahora son una broma innecesaria.
Todo ello me recuerda el nuevo sistema implantado en Catalunya Radio para eliminar las botellas de agua de plástico. Ahora en los estudios hay una jarra de vidrio que se llena en una fuente. Y los equipos de los programas y los invitados beben el agua... ¡EN VASOS DE PLÁSTICO! O sea, hemos eliminado un plástico para poner otro plástico. Memorable.