Con los indultos se supone que entramos en un periodo de desescalada del conflicto, coincidente con aquello que tanto nos gusta a los catalanes, que unos denominan capacidad de autocrítica y los otros autoodio. En este punto la pregunta sería: Muy bien, nosotros hacemos nuestra parte, perfecto. ¿Pero, y ellos qué? ¿Algún día harán algún tipo de autocrítica? Una cuestión que servidor ya se planteaba ahora hace dos años y que ahora amplío con un: "Y en general, ¿lo volverán a hacer?".
¿El Estado Español repetirá la operación Catalunya como manera de afrontar una estrategia pensada para forzar una negociación que desencallara la situación que se cocía desde hacía tiempo y que amenazaba con hacer derramar el contenido de la olla? Dado el caso, ¿el Estado volverá a vulnerar la ley siguiendo la premisa del "Por España, yo ma-to. Felipito coño, cómete el pollo"? ¿Volverá a subvertir el orden jurídico violando derechos fundamentales como el de manifestación, el derecho a la disidencia, el de no ser perseguido por tus ideas, la protección ante una detención arbitraria y basada en informes policiales que no se corresponden con la realidad, el de tener un juicio justo dirigido por jueces imparciales, el de la libertad de expresión, el principio de legalidad y la separación de poderes? Por ejemplo y como para citar solo algunos. Es que lo lees así y no parece tan gordo como es, pero sí, sí, lo es: ¡DERECHOS FUN-DA-MEN-TA-LES! Pisados. Lesionados. Humillados. Desaparecidos.
¿El Estado volverá a dejar por escrito que al disidente, el que tiene otras ideas y las defiende por la vía pacífica, hace falta "reeducarlo y enseñarlo a respetar la ley"? Y si es así, ¿de qué ley hablamos? ¿De la "suya"?. ¿De la del "sumo agrado" que bloquea las instituciones para colocar a los suyos para que hagan una justicia política a la carta de una cierta ideología? Y que lo hace a plena luz del día sin que suceda nada. ¿De la que permite que la policía grite "a por ellos, oé" mientras va a hostiar a los ciudadanos que debería defender y que lo justifique diciendo "señorita, señorita, es que los niños me miraban con mucho odio y tuvimos mucho miedo?".
¿Lo volverán a hacer? Y muy importante, ¿ellos (y ellas) asumirán lo que hicieron? Ahora que esto se lleva tanto, ¿publicarán una carta reconociendo los abusos cometidos y pedirán perdón? ¿Y, seguidamente, desactivarán la máquina de represión y extorsión que continúa en marcha? Y no sólo en el lugar que el exconseller Mundó denomina Tribunal del Ajuste de Cuentas. ¿Lo harán?