De los autores de "Al imán de Ripoll no lo conocíamos de nada, pero al final resultó que quizás sí, que quizás lo habíamos ido a ver un poquito a prisión y que teníamos un poquito de relación", llega ahora a nuestras pantallas "Este que quería asesinar a Pedro Sánchez podría haber pasado información a algún cuerpo de seguridad".
Chico, es que hay gente que tiene mala suerte y se les acaba girando todo. Sí, sí, ya intentan taparlo, ya. Con un apagón político e informativo total. Pero en el siglo XXI con la información pasa lo mismo que con los cadáveres y el mar, que acaban flotando. Otra cosa es que a medida que aparecen los cadáveres en la playa, tú intentes que la gente mire hacia la montaña y así tienes tiempo de ir sacándolos sin que lo vea nadie.
Al relato de la violencia y al intento de fracturar la sociedad catalana, hay que añadir la estrategia consistente en silenciar y minimizar cualquier hecho que ponga en cuestión el relato oficial del Estado. Y así asistimos, maravillados, a las portadas de unos periódicos de papel que cada día publican en portada un mínimo de dos noticias sobre Catalunya (el 872% de las veces en negativo) y para los cuales ahora no existe una noticia el titular de la cual es: "Han detenido a un tipo que tenía un arsenal en su casa y que quería asesinar a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno".
Todos recordamos cómo trataron en Madrit (concepto) el caso Tamara. Con aquellas imágenes esposada y mostrando su cara sin pixelar, que repitieron hasta que explotó el archivo de vídeo de tanto darle al play. Y todos recordamos aquellos audios presentándola como la jefa de los comandos terroristas que estaban provocando el caos en las calles. Aquello ahora se ha deshecho como una clara montada y nadie ha pedido perdón ni ha dimitido. Y cuando detienen a alguien porque pensaba cometer un asesinato, el gatito se las ha comido la lengüecita.
Es el que Albert Lloreta (@AlbertLloreta) explica en este hilo de twitter:
BTFTM: Blanquejament del Terrorisme Franquista. He aquí una selección. pic.twitter.com/wbl04Yy5yH
— Albert Lloreta (@AlbertLloreta) 9 de noviembre de 2018
Y qué quiere que le diga, al final ves tanto interés en manipular la realidad y ves esta manía para quitar importancia a un hecho que es muy grave que no puedes evitar pensar mal. Oiga, si no tienen nada a esconder, ¿por qué estos silencios? Y acabas pensando en el imán de Ripoll. Es que son muchas casualidades siempre en el mismo lado.
Bien, o quizás se trata de eso. Quizás quieren que quede claro que su impunidad es infinita porque es la mejor manera de demostrar quién tiene el poder. Absoluto.
Aunque corran el riesgo de que uno de los cadáveres que se les aparezca sea la Sección Quinta de la Audiencia de BCN diciéndoles que la actuación de la Guardia Civil para impedir el referéndum del el 1-O en Sant Joan de Vilatorrada fue "desproporcionada". Y que dos jueces de esta sección consideren que 1/ "no era necesario golpear con porras y defensas de forma inopinada y sorpresiva" a la gente, 2/ que podrían haber sacado a los presentes "cogiéndolos y arrastrándolos", 3/ que se podría haber permitido votar ya que "el resultado no habría tenido las consecuencias jurídicas pretendidas por los organizadores", cosa que conocía "la fuerza actuante, 4/ que los mandos policiales "tendrían que haber valorado que era altamente probable" lesionar a algún ciudadano con el consecuente "deterioro de la imagen de las instituciones" y 5/ y que, por lo tanto, la actuación policial fue "un exceso".
Con eso, como con el imán y como con el que quería asesinar a Sánchez, silencio. Porque lo que no se sabe, no existe. Y son ya demasiadas las cosas que no existen como para no pensar mal.